Las fábricas de ideas para bien, o para mal

María Yolanda Jaramillo G.

Hubo una época en que Ecopetrol y otras petroleras “Tenían más dinero que buenas ideas”, así lo expreso Juan Carlos Echeverrry, su actual presidente.

Esta expresión me ubica en lo siguiente: las inversiones que continuamente tienen que hacer las administraciones a nivel regional y local, y que conocemos a través de los planes de desarrollo, nos dejan muchos interrogantes.

Uno de ellos - se comenta - tanto dinero invertido, en tal, o cual proyecto para un mínimo beneficio obtenido… rápidamente se da uno la respuesta, sencillamente se robaron más de la mitad de lo destinado “corrupción”; pero además de esta respuesta, considero que puede existir otra causa. Poco existe en los gobiernos, asesores expertos idóneos, para conocer bien los proyectos antes de iniciarlos; que se hagan a tiempo y en presupuesto. Estas personas podrían conformar “una fábrica de ideas comprometidos con la protección de los recursos del Estado y generar “valor público”, lo cual, se traduce en beneficios para las comunidades; además, corta de tajo el ascenso del “despilfarro”, que continuamente vemos en el sector público.

Para no ir muy lejos, la Universidad del Tolima carece de estas fábricas de ideas, para bien, se tenía más dinero pero no hubo buenas ideas. Lo manifesté en una anterior columna, que existe un “Consejo Superior” que no actuó para prevenir este caos, y no actúa todavía; a esto se agrega que las propuestas, para implementar la reforma administrativa la decide el Consejo Superior; me disculpa el Consejo, pero si no visualizaron la crisis de la Universidad para evitarla, de qué manera son las personas adecuadas para asumir un compromiso de tal envergadura que es salvar la Universidad. Me entero por la prensa que los estudiantes quieren dialogar con ellos, pero debido a sus múltiples ocupaciones, y sus agendas apretadas no los pueden escuchar; o sea, no tienen el tiempo, como van a conceptuar seriamente y en forma comprometida el estudio técnico que adelanta la Univalle si uno de los principales indicativos de eficiencia es “tener tiempo”.

Para mi concepto el órgano de dirección de la UT, es una “fábrica de ideas para mal”, porque gran parte de las propuestas aprobadas por el Consejo Superior, ocasionaron la crisis que hoy se vive.

Espero y todos los tolimenses, así lo desean, que esa fábrica de ideas que es la UT, conformada por profesores y estudiantes, prevalezca sobre la irresponsabilidad y los intereses personales de los demás integrantes de la UT.

Al contrario de lo que pasa en la UT existe el “Liceo Colombia” que posicionó a Ibagué al ser considerado como el mejor del país de todas las instituciones públicas y privadas de primaria; modelo que debe ser replicado en las demás instituciones como “fábrica de ideas para el bien de la educación”.

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