El voto en blanco, no va a gobernar

María Yolanda Jaramillo G.

Actualmente se está viviendo un estado mental de confusión, más que como un momento en el que suceden cosas, y esto, de alguna manera ha conducido “a la polarización”, que no es simplemente ideológica, sino que se torna dramática, porque esta cargada de “egos”, “venganzas”, “calumnias”, “miedos”… que dan el efecto propio del “trauma colectivo”.

Como consecuencia en las redes sociales y las conversaciones entre familia y amigos, se llenan de tensiones y miedos, que alimentan la angustia, que conduce a decisiones, no propias a la responsabilidad política. Superar esta situación implica identificar racionalmente sin emotividad la “Verdad” de este gran momento político que vivimos, y establecer serenamente, la responsabilidades éticas y morales que nos obliga como ciudadanos y mucho más como “líderes políticos”.

Muy sorpresiva y obviamente rechazable la posición de importantes “líderes políticos” de manifestar su “voto en blanco”; justificando que ninguno es “alternativa de gobierno para Colombia”, pero resulta que la “Democracia” que tanto aman y pregonan, los habilitó como alternativa válida para la Presidencia al lograr ellos la más alta votación, entre cinco candidatos, es el resultado real del ejercicio de la “Democracia”.

Por consiguiente son dos por los que se debe votar, no hay un tercero (voto en blanco), con el cual se defina el destino del país. Ese tercero no tiene incidencia jurídica, simplemente suma manifestando “inconformismo” con “inconformismo” o sin el, el que obtiene la mayor votación, es el Presidente.

Doctor Sergio Fajardo (excandidato), doctor Humberto de la Calle (excandidato), parlamentario Jorge Enrique Robledo, quienes manifestaron su opción del voto en blanco, como líderes políticos (no como simples ciudadanos), se les olvidó su responsabilidad política como tales, porque todavía existe el caudillismo y el liderazgo que se centran en marcar el rumbo a sus seguidores, eso, de dejarlos en plena libertad para que con independencia y a conciencia decidan “es como el general que le dice a su ejército en plena batalla, que los que quieran pueden seguir en la batalla y los que no pueden retirarse”, mientras él se va a su guarnición a protegerse.

Pero es mucho más irónico la posición del parlamentario Jorge Enrique Robledo, quien con su decisión (voto en blanco) favorece, lo que siempre a dicho rechazar con mucha vehemencia como parlamentario.

Uno de los propósitos más importantes de la segunda vuelta, es para buscar consensos mayoritarios a través de líneas programáticas, y así, hacer valer el peso de su colectividad, y no dejar en confusión a sus seguidores y despedirse argumentando “coherencia – respeto por sus seguidores”, estas son disculpas de quienes así lo pregonan. Según mi criterio les falta todavía “conciencia plena de servicio al país”.

Afortunadamente hay un contrapoder “la opinión publica” hagamos uso de este, a votar todos, “no en blanco”, porque este tercer candidato no va a gobernar.

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