Hacer algo por don Andrés… Alcaldía o Concejo municipal

María Yolanda Jaramillo G.

Para el propósito del comentario, recurro a dos escenarios: el primero es del siglo XX (1950) cuando el Concejo municipal se lamenta mucho, por no haberse reunido en acto solemne, para rendir homenaje y exaltar la memoria del fundador de la ciudad Andrés López de Galarza. Se acude a la Secretaría del Concejo, para que en su revista “Ibagué” y en edición extraordinaria, consagre en ella el homenaje al fundador.

El segundo escenario siglo XXI (2018) el Nuevo Día, con un titular “Vandalismo contra Don Andrés” “el monumento del fundador de Ibagué, Andrés López de Galarza, fue objeto nuevamente de vandalismo. El busto fue rociado con pintura amarilla y las letras del nombre de “Don Andrés” fueron arrancadas. Se espera que operarios del municipio arreglen los desperfectos y la policía investigue lo ocurrido para que sancione a los responsables del acto vandálico”.

En cada uno de estos escenarios, no se pone en duda alguna, la buena fe, al querer honrar la memoria del fundador como patrimonio de la ciudad; pero aclaro: cuando un bien o expresión cultural de la comunidad es considerada patrimonio, se convierte en una herencia de gran interés cultural y turístico, que puede y debe contribuir al desarrollo local y nacional. La comunidad debe conocer a fondo, el valor de su patrimonio, y así revitalizar su autenticidad, lo cual, permite enriquecer la identidad local, y garantizar su transmisión a la generación por venir. Don Andrés López de Galarza, solo es determinado por la historia, como parte del grupo de expedicionarios “los conquistadores”, quienes en su mayoría se dedicaron a buscar la quimera de “El Dorado”, lo cual, permitió escribir las páginas más crueles de la historia “para aprisionar 500 indígenas, mueren en la contienda 2.000 o 3.000 que se resisten a ser esclavizados”- Héctor Villegas, Historiador. Por todo esto, y mucho más “los conquistadores” no son figura histórica que enaltezca la memoria de los pueblos”.

En Ibagué (sin querer precisar, cuando, ni quienes) propusieron registrar el rostro del fundador en una obra de arte, que inicialmente se ubicó en el parque que lleva su nombre, es su sitio de origen, al cual debe regresar. Equivocadamente se ubico donde hoy se encuentra, sitio de mayor visibilidad; generando la protesta recurrente que no debe ser ignorada; esta protesta se ha convertido en un grito al vacío, de quienes rechazan el holocausto al que fue sometido nuestra raza aborigen en la época de la conquista. Este sitio debería ser aprovechado para una expresión cultural artística, que nos motive a tener presente, que Ibagué, es la “Capital Musical de Colombia” con el símbolo representativo de lo cual nos sentimos orgullosos. Frente a esto la última palabra la tiene la Alcaldía o el Concejo.

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