Cuatro años de marcha libertaria

María Yolanda Jaramillo G.

“Somos libres, somos diversos, somos Nación”, es el mensaje de la cuarta marcha libertaria que la Alcaldía de Ibagué, en unidad de todas sus dependencias, revive el sentido histórico de la conmemoración del 20 de Julio. Es un ejemplo inspirador para las generaciones más jóvenes al redescubrir símbolos, liderazgos y temas, que han sido, y son importantes en la complejidad de la sociedad reflejada en su gran diversidad y que han dejado huella en la historia Nacional; pero esta huella no significa mucho si queda solo en los escritos y archivos, que pocas veces se consultan.

Es necesario que este legado tenga vida en todos nosotros, y una manera de hacerlo es recordando con actos y manifestaciones, lo que nos ha sucedido como sociedad, como es la Conmemoración del 20 de Julio, principio democrático de la Soberanía Popular, el cual quedó plasmado en el acta de 1810 en Santa Fe. Su importancia radica en que este movimiento se realizó contra la Real Audiencia y el Virrey máximas autoridades coloniales de la Nueva Granada.

El movimiento se extendió a 10 de las 15 provincias del Virreinato de la Nueva Granada, las cuales fueron conocidas como provincias Patrióticas (Cartagena, Mompox, Socorro, Tunja, Pamplona, Neiva, Mariquita, Casanare, Choco y Antioquia). A las demás provincias se les denominó Realistas, quienes entraron en guerra con las patriotas (Santa Marta, Riohacha, Panamá, Pasto y Ocaña) Pasto fue el territorio que más opuso resistencia a la reforma del sistema colonial y mucho más a la independencia de España.

Posición entendible, por la influencia que ejercían los misioneros españoles, sobre la región de mayoría indígena, quienes temían perder la protección que la Corona Española les brindaba, frente a los terratenientes criollos (la nueva fuerza política que estaba surgiendo), el líder en rebeldía era el indígena Agustín Agualongo, que se enfrentó a los movimientos independentistas siendo derrotado por el Libertador y Tomás Cipriano de Mosquera.

Su rebeldía se extendió hasta mediados de 1824, fue capturado por José María Obando, siendo fusilado en Popayán. Para mí, su memoria hace parte de los mártires de la patria, por su gran lealtad a su raza y su firme convencimiento de luchar por una causa justa para ellos, él luchó igual, que lo hicieron nuestros héroes y mártires de la independencia, los cuales dignificamos.

El señor alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y su grupo de colaboradores, merecen un reconocimiento muy especial de la comunidad académica, por hacer realidad esta conmemoración en sus cuatro años de gobierno, como expresión popular que revive la civilidad “En la Marcha Libertaria”, con escenarios y personajes que expresan el sentir de ese momento en 1810 “Somos Libres, Somos Diversos, Somos Nación”.

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