El diálogo, es un urgente en estos momentos de turbulencia social

Jorge Ancizar Cabrera

“No habrá paz en la tierra mientras perduren las opresiones de los pueblos, las injusticias y los desequilibrios económicos que todavía existen”. Santo Juan Pablo II.
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Colombia vive hoy momentos difíciles, el derecho a la vida y a la libertad son fundamentales, la Constitución Política de 1991, convirtió la paz en un derecho universal cuando la reconoció como derecho humano.

Sí a la Paz, No a la Violencia. La Vida es un derecho inviolable y la Protección de los Derechos Humanos, son fundamentos principales de cualquier democracia en el mundo, sus garantías y reconocimientos tienen como propósito la convivencia pacífica, la igualdad, la equidad, la participación con inclusión, conforme a los principios fundamentales y de los derechos, las garantías y deberes, consagrados en los títulos I y II de la Constitución Política de Colombia, como lo dice asegurando la “convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo”. O sea, un gobierno con justicia social.

La paz como derecho de todos está relacionada a la educación para los Derechos Humanos, educación para el Desarme, educación para el Desarrollo y educación para el Conflicto.

El diálogo se hace urgente, porque la desesperación del pueblo en medio de la emergencia sanitaria global del Covid-19, y las políticas de Gobierno han servido de detonantes de la crisis ya que el hambre, el desempleo, la inseguridad y la misma angustia del pueblo han hecho que el orden se desborde, el llamado es a una salida democrática dónde el gobierno convoque a todos los sectores políticos y sociales del país sin ningún distingo y discriminación, para salir de la convulsión social  y así contenerla, o si no, nos derrumbamos por el precipicio de la debacle social y económica. 

La paz es el motor que mueve a los pueblos hacia la convivencia, la tranquilidad y utiliza el mecanismo del diálogo para la resolución de todos los conflictos que se presentan en toda la sociedad.

 Termino presentando nuestros símbolos patrios que siempre deben permanecer inmaculados y sin ninguna mancha producto de la violencia. ¡Unidos luchemos por la democracia y no a la violencia!.

JORGE ANCIZAR CABRERA REYES

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