¿Funcionan los toques de queda?

José Adrián Monroy

El debate de los últimos días en la ciudad, está por cuenta de si es necesario o no, que se implementen los toques de queda permanentes para toda la población; toda vez que, esta clase de determinaciones nos regresan a la eterna discusión que se originó desde el comienzo de la pandemia, la salud o la economía.
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Diez meses después de la llegada del Covid al país, en marzo del año pasado, volvemos a sufrir los estragos del virus teniendo que enfrentar uno de los picos más fuertes de contagios; esa es la razón por la cual, el gobierno en todas sus esferas (nacional, departamental y municipal), ha tenido que recurrir nuevamente a tomar medidas restrictivas para frenar la curva ascendente de positivos por coronavirus.

 De acuerdo al criterio de los expertos, los toques de queda con confinamiento los fines de semana tienen una razón de ser. Resulta, que son los fines de semana, los días en los que más se presentan riñas y accidentes de tránsito, lo que significa, que como consecuencia de esas situaciones, es más probable que se produzcan pacientes que puedan congestionar aún más las unidades de cuidados intensivos UCI.

Según datos de la Secretaría de Gobierno Municipal, desde los toques de queda que  han implicado confinamiento del primero de enero de este año hasta este fin de semana en Ibagué, se han impuesto 780 comparendos a personas que permanecieron en la calle, se cerraron 6 establecimientos de comercio y 77 vehículos inmovilizados por el no acatamiento de la medida.

Si seguimos así, con esa equivocada actitud de no cuidarnos durante este periodo, será muy complejo mantener un equilibrio que nos dé una estabilidad sanitaria que influya y permita una estable recuperación de la economía. Depende, única y exclusivamente de nuestra disciplina social, avanzar en medio de esta crisis.

Acatar las normas de distanciamiento y utilizar el tapabocas, son requerimientos insignificantes para prevenir un virus que diariamente cobra vidas y destroza familias. Concienticémonos que debe existir un necesario equilibrio que se perfecciona con el autocuidado y la responsabilidad de cada uno.

Por lo tanto, mientras no exista por parte de muchos la disposición de seguir los protocolos; los toques de queda, pico y cédula, confinamientos y demás, se tendrán que seguir implementando, influyendo negativamente en el libre desarrollo de las actividades económicas que generan el empleo que sirve para sostener a miles de familias en nuestra ciudad.

 Ya está demostrado que el Covid no es una simple “gripita”, ¡a cuidarnos por favor!

JOSÉ ADRIÁN MONROY TAFUR

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