El Presidente y los ganaderos

José Félix Lafaurie Rivera

Concluyó el Congreso Ganadero, con más de 1.800 asistentes y la presencia del Presidente, ministros y altos funcionarios.

¿Qué le dijimos al Presidente? Primero: que los ganaderos lo respaldamos en este momento difícil, al tiempo que denunciamos la responsabilidad de los convocantes del paro, obstinados en incendiar a Colombia.

Rechazamos las mentiras de Petro y los políticos de ocasión, que siembran odio a través de las redes, manipulando las insatisfacciones, deslegitimando a la Fuerza Pública y convocando a la movilización permanente, infiltrada por peligrosos vándalos. La amenaza de Petro fue arrodillar al Gobierno y pretende cumplirla.

Denunciamos la distorsión de la realidad, promovida en algunos medios que incitan a los colombianos a llorar por un solo ojo. Es lamentable la muerte de cualquier colombiano, pero no vemos un hashtag invitando a honrar a veinte cadetes asesinados por el Eln o a 376 policías heridos por vándalos, entre ellos 26 mujeres.

Saludamos el diálogo, pero advertimos de algunos interlocutores que buscan llevar al gobierno a un mandato de cabildo abierto y mayores exigencias, bajo la amenaza de la movilización permanente y la violencia callejera.

Denunciamos que lo que sucede no es un hecho aislado, sino producto de un libreto que ha dado resultado en el vecindario, concebido por la izquierda y financiado por el narcotráfico de las disidencias de las Farc, del Eln, y del antiguo Epl -Los Pelufos-, todos asociados con las mafias.

Es la estrategia de movilizar a la población, siempre insatisfecha por algo; afectar bienes públicos y privados, propiciar enfrentamientos con la Fuerza Pública para que haya víctimas que se conviertan en mártires, y luego culpar al Gobierno.

Le dijimos al presidente que “El Campo no se puede volver a dañar”, y rechazamos que, entre las demandas del paro se cuele, otra vez, la profundización de la reforma agraria, como si no fuera poco la Reforma Rural de las Farc.

¿Qué nos dijo el Presidente? Que el suyo es un gobierno de palabra, que cumple lo que promete, pero nunca prometerá lo que no puede cumplir, y dio ejemplos claros.

Convocó a la unión, pidió rechazar la violencia y dejó claro que “los violentos no nos van a arrebatar lo que hemos construido como sociedad”.

Anunció que escuchará a todos los ciudadanos con humildad, pero sin exclusiones, y advirtió que “conversar no es llegar con el reclamo unilateral” y “una exigencia sobre la mesa”. “La unión no es ponernos de acuerdo en todo” ni que “se acaben las diferencias políticas”, sino avanzar hacia “mínimos de responsabilidad patriótica, empezando por la clase dirigente”.

Al final, el presidente Duque dio un parte de tranquilidad y advirtió, sin medias tintas, que “aquí no van a pretender los pirómanos ganar con violencia lo que no ganaron en las urnas”.

¡Aplauso cerrado!

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