¿Nuevos vientos para el campo?

Soplan nuevos vientos para el campo, aunque no sabemos si serán borrascosos o si impulsarán las pesadas aspas del desarrollo rural. Gustavo Petro es el presidente electo y gobernará de acuerdo a sus motivaciones de izquierda, pero, aun así, ha convocado a la concertación desde su propuesta de convertir al país en potencia productora de alimentos. Quién quita, entonces, que un gobierno de izquierda sí tenga la voluntad política para recuperar el campo, con acciones que deberán ceñirse a la Constitución y la Ley.

La ambivalente verdad

Inquieta la cuota inicial del Informe a plazos de la Comisión de la Verdad, que en sus primeros capítulos ya deja ver a las víctimas de las Farc como menos víctimas y a la Fuerza Pública más culpable que los culpables.

“A la gente hay que creerle”

El 20 de junio el país amaneció por primera vez con presidente de izquierda, decisión electoral que debe ser acatada, pues los demócratas no podemos serlo solo cuando el dictamen de la democracia nos favorece.

Para los indecisos

Mi voto por Rodolfo Hernández ya está cantado, pero hoy intento convencer a quienes aún no logran distinguir la verdad de la mentira que atiborra las redes, para decidir frente a una disyuntiva sin antecedentes: democracia y libertad con Hernández; socialismo y dictadura con Petro.

Peor…, imposible

Roy Barreras fue galanista de corazón, estuvo de corazón en Cambio Radical, de donde fue expulsado por deslealtad. Fue uribista de corazón, pero hoy proclama infamemente “la destrucción del uribismo”, y claro, fue santista de corazón y hoy petrista de corazón.

Esta es Colombia, Pablo

Esta expresión, con la que inicia un poema de Jorge Rojas en que le describe a Pablo Neruda nuestra bella patria, se vulgarizó para denotar la indolencia con que se asumen los sinsentidos y contradicciones de la realidad colombiana -es que somos así-, hoy alborotados en el último tramo de la campaña electoral para elegir al sucesor de Iván Duque.

Yo elijo Democracia Liberal

En medio del entredicho de las elecciones parlamentarias y la incertidumbre frente a las presidenciales; en medio de la mezquindad de “izquierdópatas” de toda laya y del insulto y la descalificación como estrategias progresistas para disfrazar promesas imposibles, el país enfrenta una disyuntiva: el camino sin retorno de la dictadura y la pérdida de la libertad, o el camino con futuro de la preservación de la democracia liberal. 

Yo elijo Democracia Liberal

En medio del entredicho de las elecciones parlamentarias y la incertidumbre frente a las presidenciales; en medio de la mezquindad de “izquierdópatas” de toda laya y del insulto y la descalificación como estrategias progresistas para disfrazar promesas imposibles, el país enfrenta una disyuntiva: el camino sin retorno de la dictadura y la pérdida de la libertad, o el camino con futuro de la preservación de la democracia liberal.

Otra vez Escazú

¿Cuál es el interés de la izquierda en hacer ratificar, como sea, el acuerdo de Escazú, a pesar de sus evidentes inconveniencias para el desarrollo y la soberanía jurídica del país, como lo ha manifestado reiteradamente el Consejo Gremial Nacional?

¿Dónde firmo?

“París bien vale una misa”, exclamó cínicamente Enrique IV, cuando se convirtió al catolicismo para ceñirse la corona de Francia. Y para cínicos desvergonzados, Petro, para quien la presidencia bien vale hasta una alianza con delincuentes. Y así, anda haciendo promesas imposibles y firmando compromisos temerarios.