La Lotería del Tolima

César Tulio Laserna Ruiz

Yo creo en la honestidad de los sorteos por medio de las loterías que se realizan a diario en nuestro país, eso es especialmente cierto tratándose de la nuestra, por eso la juego y mantengo la ilusión de ganar algún día el premio mayor. Tengo claro que es un sistema fundamental para conseguir recursos a favor de la salud y de paso una posibilidad de mejorar la situación económica de los que la jugamos.

Propongo que se haga público por un medio idóneo los resultados en todos sus detalles, a eso agrego una sugerencia, que se haga una acumulación mínima cuando no quede un 30 por ciento de los premios en el público. En cuanto a lo primero sugiero que el gerente de la lotería, con el aval de la Fiscalía seccional, o de la Procuraduría regional, o del Defensor del pueblo regional, publique en los medios locales, o en sus respectivas oficinas, cuántas fracciones se despacharon, adónde, cuántas se vendieron, cuánto se entregó para la salud, cuánto de esto fue pagado efectivamente a los ganadores y cuánto fue el ingreso para la empresa.

Esto se puede hacer el jueves o viernes de la semana del sorteo. La verdad es que el público en general, del cual formamos parte la mayoría, no manejamos esta información, esto queda entre los funcionarios que tienen que ver con el asunto, eso no parece suficiente si buscamos generar confianza y la misma es indispensable para lograr mejorar las ventas. No basta con esto, es necesario que los ganadores salgan a flote, se sepa quiénes son, por lo menos por parte de los funcionarios públicos ya indicados y sobre todo cuánto ganó.

Una cosa es cuántos billetes de lotería salieron al mercado, a qué lugares fueron enviados, cuántos fueron vendidos y otra muy distinta a cuántos ganadores se les canceló. Por motivos obvios de seguridad el nombre y la cédula del que ganó una fracción o el billete completo del premio mayor o de un seco, no deben de quedar registrados en un acta que firman el gerente de la lotería, el Director seccional de Fiscalía, o el Procurador regional o el Defensor del pueblo regional.

Se trata de un acta en la que queda dicho que un ciudadano, al que se tuvo presente y se identificó o no, se presentó, aportó su fracción o billete y por eso se le pago determinada cantidad. Con esto queda claro, por lo menos a un nivel superior de lo que ocurre hoy, que una persona de carne y hueso ganó. Eso da confianza y mejora las ventas.

Adicionalmente esto le da seguridad al ciudadano que ganó, eso si dentro de lo humanamente posible, que no lo van a afectar en su libertad y en su situación económica dado que se guarda su secreto. No tiene que salir del departamento y puede invertir su dinero sin dar mucho visaje. Lo que tiene que ver con la acumulación mínima, es importante para motivar al comprador y eso lo vemos con lo que ocurre con uno de los sorteos que si acumula y al cual la mayoría jugamos. La idea sería que para diciembre se haga un acumulado importante para repartir entre el público por lo menos en dos intentos.

Si no cae, pasa para el acumulado del otro año. Con esto, insisto, tendríamos más ventas para la lotería y para la salud. Es importante que la lotería del Tolima indique cada año, cuanto se fue en gastos de funcionamiento, cuánto se vendió y cuánto le fue entregado a la salud. Desde luego que resulta fundamental que la entidad de salud que recibe lo certifique y eso en forma pública.

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