Nuestros deportistas élite y sus medallas de oro

César Tulio Laserna Ruiz

 

Llegó el momento de mejorar la política de Estado con el aporte de las empresas privadas, a las que hay que incentivar, consistente en buscar figuras del deporte en las escuelas, colegios, universidades y cuarteles sin distingo de ninguna clase. Los profesores de educación física y los instructores militares deben tomar nota de aquellos jóvenes de los dos sexos que se vayan destacando. En los pueblos pequeños los alcaldes deben estar pendientes de la actividad atlética de los campesinos que no van a una escuela, entre ellos, eso está probado, hay verdaderas joyas por tener un biotipo con capacidad pulmonar y de resistencia especial. A todos estos se les debe hacer un seguimiento sobre su familia, alimentación, carácter y condiciones intelectuales.

Se les debe dar un trato especial y si es del caso se les debe de vincular con la liga correspondiente más próxima. Las escuelas y los colegios les deben dar atención especial en su horario de clase, trabajos académicos, alimentación y en su bienestar en general. De esta manera se lograría un semillero que nos lleve a competir por algo más que 27 medallas de oro en unos panamericanos y una en los olímpicos. Durante muchos años nuestros deportistas sobresalieron gracias a su esfuerzo personal, muchos de ellos con poco estudio, mal alimentados, terminaron olvidados, pobres y en muchos casos como drogadictos. Todos tenemos en la memoria los nombres de ciclistas, boxeadores, atletas y futbolistas que admiramos y que todavía queremos.

Las cosas han cambiado sustancialmente, hoy Coldeportes y las empresas privadas han venido aportando en forma significativa para que algunos privilegiados en su condición física estén en la parte más alta de la elite mundial. Todos hablamos de James Rodríguez, Nairo Quintana, Mariana Pajón, Catherine Ibargüen y una cantidad importante de deportistas que llegaron a ese nivel inicialmente por su propio esfuerzo. Todos están bien pagados, viajan y viven como los mejores del mundo. En Colombia hay mucho potencial que se pierde por falta de una política más intensa, como la que propongo, muchas de estas personas pasan por el Ejército o la Policía, algunos hace una buena carrera como tales, la mayoría salen sin pena y sin gloria para dedicarse a la droga.

En los cuarteles es un buen lugar para encontrar futuros atletas, esto al apreciarlos al momento de hacer sus ejercicios regulares, en su momento se les debe dar un tratamiento especial para que lleguen a la alta competencia, primero representando al cuerpo armado en comento y en el futuro a todo el país. Desde luego, impidiendo que estén sometidos a los riegos que sí deben correr los que no tienen esa condición y deben salir del cuerpo armado lo más pronto posible para dedicarse al deporte. A la juventud hay que darles a conocer cuál es la historia de los actuales ídolos y con eso invitarlos a que lo intenten ellos.

No todos lo lograrán porque se requiere de una condición sobresaliente que no está al alcance de la mayoría, pero sea como sea con eso lograremos que se alejen de la droga, del delito y de la pereza. Todos los países del mundo lo hacen y por eso los resultados que logran. Eso no es algo que ocurre de la noche a la mañana. En nuestro país las posibilidades de un buen empleo son muy escasas, el deporte de alto rendimiento es una opción.

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