La Vuelta a Colombia

César Tulio Laserna Ruiz

Desde que tengo uso de razón he sido un seguidor del ciclismo nuestro y del internacional. Recuerdo con especial cariño a Martín Emilio Rodríguez conocido como ‘Cochise’, a Pedro J. Sánchez, el león del Tolima, Álvaro Pachón, el cóndor de Cundinamarca, Javier Suárez, el ñato, Pablo Hernández, Miguel Samacá, don coraje y Carlos Montoya al que le decían la bruja.

Todos salíamos a recibir y despedir a los integrantes de la caravana. Los directivos de los colegios nos daban a los estudiantes la posibilidad de salir a las carreteras para ver a los ciclistas en plena acción. Durante la vuelta nos manteníamos pegados de un radio escuchando las transmisiones, los locutores competían entre si y por lo tanto formaban parte de una fiesta nacional. Como no recordar a Carlos Arturo Rueda C, a Julio Arrastía Bricca, Alberto Piedrahita Pacheco, Darío Alvares y tantas otras personalidades de la radio de ese entonces.

Llegaron ciclistas muy buenos que reemplazaron a los ídolos de la infancia, hablo de Lucho Herrera, de Patrocinio Jiménez, Rafael Antonio Niño, entre otros.

Hoy contamos con Nairo Quintana y Rigoberto Urán. Las empresas de Colombia patrocinaban a estos ciclistas, los cuales tenían un equipo de automotores y equipo técnico aceptable. Lo que se les pagaba a los ciclistas no era mayor cosa y con todos estos luchaban por los puestos de honor. Las carreteras estaban en mal estado y los riesgos eran muy altos.

Los ciclistas que sobresalían empezaron a salir del país para buscar mejores horizontes y esto le fue bajando el nivel a nuestra vuelta a Colombia. La transmisión por radio fue perdiendo apoyo de las empresas de publicidad y eso llevó a un bajonazo a todos los niveles. Hoy tenemos una vuelta sin transmisión de las cadenas radiales, con un apoyo mínimo por la televisión y en algunos periódicos hay que buscar la información en un rincón.

El premio al primer puesto es ridículo, la fecha escogida para el evento es mala, puesto que esta entre el tour de Francia y la vuelta a España. No tenemos la posibilidad de apreciar a las grandes estrellas nuestras, mucho menos a las de otros países y eso ni siquiera en plan de entrenamiento. Hoy tenemos ciclistas que están en la élite mundial y por lo tanto no pueden participar en nuestra vuelta.

Hace tres años un extranjero viene ganando y no se ve quien lo pueda superar en el inmediato futuro. Todo lo anterior hay que cambiarlo: hay que buscar un cambio de calendario, mejorar los premios en forma sustancial, incentivar la participación de las grandes figuras mundiales, especialmente nuestras, volver a la transmisión de la radio y de la televisión y con un cubrimiento aceptable en los medios escritos. La mayoría de los actuales ciclistas que participan en la vuelta no son conocidos, muy poca gente sale a las carreteras a recibirlos y a despedirlos.

Desde hace rato el clásico RCN es mucho más importante y eso no parece adecuado. El esfuerzo de esta empresa eso si es algo para resaltar, si no fuera por ellos el ciclismo nacional estaría en un estado más lamentable.

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