El pangolín: ¿un chivo expiatorio?

libardo Vargas Celemin

Al término de la visita de dos semanas a Wuhan, donde se presume fue el inicio de la pandemia, el doctor Peter Ben Embarék, director del equipo de la Organización Mundial de la Salud designado para investigar el origen del Covid 19, dio una rueda de prensa, en la que afirmó que existen cuatro hipótesis sobre las que se centran sus investigaciones
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La primera indica que pudo ser un animal que contagió directamente al hombre; la segunda habla de un huésped animal que infectó a un intermediario y este a un ser humano; la tercera hace referencia al consumo de alimentos congelados y la cuarta plantea una posible fuga del virus de un laboratorio, hecho que consideran poco probable.

La hipótesis que cuenta con mayores evidencias, aunque no las suficientes para ser la versión oficial, es la existencia de un intermediario que transmite el virus Sars- Cov- 2, responsable del coronavirus que propaga el Covid 19. Algunos científicos han adelantado estudios y se atreven a afirmar que el pangolín puede ser ese intermediario que se distribuía en las “zonas húmedas” de un mercado de Wuhan. Este mamífero extraño que se alimenta de hormigas, termitas y hojas de árboles, tiene un cuerpo cubierto de escamas que, paradójicamente, lo convierten en uno de los animales silvestres más perseguidos del mundo, especialmente en países como China y Vietnam, donde un kilo de las escamas puede valer hasta tres mil dólares y su carne es un manjar que se disfruta en grandes restaurantes a precios elevados.

Habitante nocturno de caminar cansino, de quien se desconocen muchas características, el pangolín es un ser huraño que lucha diariamente por su supervivencia, como lo describe la poeta Marianne Moore: “Un auténtico cazador de hormigas, / que soporta agotadores viajes solitarios a través de territorios extraños de la noche, /volviendo antes del amanecer; marchando con la luz de la luna”. Este es el pangolín “temeroso pero terrible en el momento de defender su vida”. Fue incluido por los ambientalistas en el 2016, como la especie más amenazada del mundo. Ahora científicos de China hablan de haber encontrado en 18 pangolines una similitud genética del 82 al 95%, con el virus del Covid 19. Esta víctima del 20% del contrabando de carne ilegal puede desaparecer como ingrediente básico de caldos y guisos de la mesa de algunos países asiáticos y africanos, pero será muy difícil que sus escamas no sigan haciendo parte de los menjurjes de la medicina milenaria de millones de seres humanos. Tal vez con el tiempo la ciencia explique certeramente el origen de esta enfermedad, entre tanto el pangolín seguirá expiando, como en el rito judío, las culpas de la humanidad con su desaparición física de la tierra.

LIBARDO VARGAS CELEMÍN

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