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Sus funciones, aunque diversas, no son agobiantes, porque contarán con un séquito de asesores que les prepararán informes, leerán las ponencias, estarán pendientes de los líderes que tienen en cada región y, además estarán pendientes de su agenda pública. Los 279 cargos del aparato legislativo tienen cuatro meses de vacaciones al año. Este tiempo lo pueden emplear en visitar países más avanzados para aprender cómo funcionan; hacer “lobby” a sus amigos que dirigen ministerios o agencias estatales para recordarles sobre los recomendados, incluyendo a los contratistas que colaboraron con la campaña.
También deben asistir a cócteles, homenajes, inauguraciones y gestionar dineros para obras monumentales en los sitios donde están sus electores, actividad que les garantizará su reelección.
Los interesados deben presentar una hoja de vida con los respectivos soportes. Los títulos universitarios, si es que los acreditan, tendrán que anexar una constancia actualizada que informe sobre la legalidad de los diplomas, para hacer más transparente el proceso de selección. Las constancias de los organismos de control no pueden ser de vigencias anteriores y si tienen problemas pendientes con la justicia es mejor que no se presenten para evitar líos con la prensa, y en cambio pueden optar por impulsar un hijo, una hermana o hasta su pareja para que no se pierda la tradición del aporte familiar al desarrollo de Colombia.
Aunque van a resultar muchos aspirantes debido al desempleo generalizado, todos deben tener el aval de partidos, alianzas, o recolección de firmas para poder ser inscritos. Lamentablemente otros no podrán hacerlo por los altos costos de este requisito. Una vez surtido este trámite y con el número del tarjetón, deben viajar por pueblos y ciudades para promocionar su nombre, conceder entrevistas, pronunciar discursos y agitar consignas con promesas generales. También asistir a tugurios, tener en todo momento una sonrisa de reina de belleza y ahora, en tiempo de Covid, llevar suficiente alcohol para desinfectar las manos con las que estreche a sus electores.
Los resultados se darán en marzo y en mayo. Pero solo nuestro voto podrá erradicar esta pantomima y sus prácticas perversas.
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