Reflexiones sobre mantenimiento de vías

Es cosa sabida que dentro de los criterios de formación de tarifas del servicio de acueducto y alcantarillado, definidos por la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), está el costo del mantenimiento de las plantas, tanques y redes. Dentro de este último está el mantenimiento preventivo de tuberías, pozos y válvulas, pero también está el costo de la reparación de los daños. Así, por ejemplo, si colapsa un tubo de alcantarillado y se daña la calle, es obligación del operador el arreglo del tubo dañado y la restitución de la superficie de la calle en cuanto se hubiera deteriorado por el tubo; no solamente en el ancho del ducto.

Como el costo estimado del mantenimiento se cobra a los usuarios en cada mes, en la empresa debe estar el correspondiente presupuesto y en caja los recursos ya recaudados. Por lo tanto, es incomprensible para el ciudadano que haya daños causados por el agua (bien sea potable o negra) y que estos no se arreglen con celeridad. Y menos comprensible es que arreglen el tubo pero que dejen la calle peor que camino de herradura.

Alegra saber que, al fin, van a arreglar la avenida Ambalá desde la calle 60 y en unascuantas cuadras, por la calzada sur. Ojalá que los trabajos se hagan con celeridad y pensando no solamente en la conveniencia del contratista sino que, también, tomen todas las medidas para el bienestar de los ciudadanos, de los vecinos y de los usuarios de la vía. Debe utilizarse la señalización sin avaricia y sin falsos ahorros. Sugiero que hagan de cuenta que no conocen a Ibagué. Entonces, cojan un carro y arranquen desde la Ambalá con 37 hacia abajo y pongan TODAS las señales necesarias para llegar hasta la Universidad de Ibagué sin hacer preguntas. Si eso se logra, los ibaguereños lo agradeceremos. Acuérdense de que en medio de la obra tendremos a los visitantes que vengan en tiempo de vacaciones y particularmente los que vengan al 42° Festival Folclórico Colombiano. Lástima que hayan sido tan de malas para pensar cuando fijaron la época de la intervención de la avenida.

Otra cosa: Solo espero que hoy hagamos el ejercicio de ir a votar. Es un derecho ciudadano que se convierte, también, en deber. Me siento incapaz de abstenerme de votar pero mis escrúpulos me impiden votar por alguno de los exministros de Uribe. Votaré en blanco. Solo espero que, ante la polarización a la que han llevado artificialmente las dos campañas al país, los que ganen se comprometan a no matar a los que pierdan.

Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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