Paso de la Cordillera Central

Nadie, medianamente informado, duda sobre la urgente necesidad de disminuir el tiempo para ir de Ibagué al valle del Río Cauca. Simultáneamente se debe mermar el consumo de combustibles, el desgaste de los vehículos y se debe proporcionar una condición de confort al viajero. Ya tenemos doble calzada de Bogotá a Ibagué -si aceptamos que la carretera de Bogotá a Girardot lo es- y es probable que el túnel y viaducto de Gualanday esté en uso para el final de este año. Pero todavía es necesario construirla, la doble calzada, desde el Río Combeima en Ibagué, pasando por el Río Anaime en Cajamarca, por el Río Quindío en El Caimo, por el Río La Vieja en El Alambrado y hasta llegar a La Paila en El Valle.

Se conoce de la existencia de un par de propuestas de APP que cubren gran parte del trayecto, se está construyendo ¡todavía! un túnel unidireccional para cruzar La Línea y falta contratar el túnel en el sentido contrario. Y, si hay alineamiento de los planetas, en este cuatrienio pondrán en servicio el Viaducto del Tigre.

Lo malo es que en la lista de Pines (Proyectos de Interés Nacional y Estratégico) dados a conocer por el Vicepresidente Vargas Lleras, no aparece ni uno solo de los de infraestructura del transporte que cruce por el Tolima. Nuestro departamento ni es de interés nacional ni es estratégico en este tema principalísimo para el funcionamiento de la economía.

Según estamos oyendo desde hace más de cuatro años, la propuesta para construir la doble calzada desde Ibagué hasta Cajamarca y unos metros más allá, se desarrollaría sin que el Estado tenga que aportar ni un solo peso. Y, vista la celeridad de lo construido entre Girardot e Ibagué, con excepción del túnel demorado por la autoridad ambiental, la nueva carretera de cuatro carriles estaría lista en el tiempo de un período presidencial o un poco más. Para el tramo del lado del Quindío, seguramente la propuesta sea de similar calidad y condición económica.

Entonces, a pesar de los proyectos existentes y ya entregados al Gobierno, ¿nos tocará a los opitas y cuyabros esperar a que haya un cambio de gobierno central para revivir la esperanza de una carretera transitable entre las dos regiones? ¡No puede ser!

Ojalá que la noticia publicada esta semana esté equivocada y que, por error, se hayan omitido las vías en el Tolima. Y que Vargas Lleras, al presidir la Comisión de Proyectos de Interés Nacional Estratégico, nos dé con premura la noticia de que el estudio de las APP seguirá su curso, acelerado y que antes de diciembre sepamos que hay contratos para los tramos de lado y lado de la cordillera.

Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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