Crónica de viaje Bogotá - Girardot

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Transcribo apartes de una carta que me envió el Ing. Armando Cruz Tello. Dice, entre otras cosas:

“La calidad del pavimento en general es deficiente. Hay que ver cómo están los carriles lentos de las calzadas, por donde transitan los camiones de carga. Estos carriles ya fallaron. Al transitar por ellos, la dirección vibra, las llantas producen runruneo, se ven hundidas las dos huellas de las llantas. En la calzada nueva el pavimento está peor que en la calzada vieja. Dividamos el viaje por tramos. Uno, del peaje de Chusacá hacia abajo, en donde vemos el separador construido antitécnicamente. El concesionario pretende que ANI y los usuarios se coman el cuento de que un “cordón” pequeño de tierra, con unas “matas” parezca un separador. Ese “separadorcito” no sirve ni para que sea usado en un jardín infantil para bebés que empiezan a gatear. Lo “irrespetarían” fácilmente y no sería ninguna hazaña si los niños lo brincan. Este “separadorcito” es un peligro latente para la seguridad. Cualquier vehículo, grande o pequeño, pasaría fácilmente por encima y quedaría en la otra calzada, estrellado con el tráfico contrario. ¿Cómo y porqué van a recibir y aceptar este tipo de obras? Ya el concesionario ha incumplido en grado sumo y ¿le van a permitir este tipo de atropellos o goles y el Estado se va a quedar con las contingencias jurídicas, la responsabilidad y pago de las futuras demandas? ¿Por el prurito de dar la noticia de que finalmente este gobierno sí pudo que el concesionario entregara la concesión? Se debe exigir un separador que garantice la vida a los usuarios y la protección de los bienes. Se debe exigir, como decían los pliegos, la instalación de separadores tipo “New Jersey”, diseñados para que el vehículo que se salga de control y golpee el separador, este lo redirija al carril y no invada la calzada contraria.

En el tramo del Alto de las Canecas a Boquerón es inminente el peligro por la caída de cantos rodados y derrumbes. Otro tramo crítico es la variante de Melgar. Gran problema con el diseño de taludes. Pretenden sobrepasar el ángulo máximo que se puede lograr en un suelo deleznable, que se meteoriza con la lluvia y el viento. Lleva cerrada varios meses y sacan por televisión una ofensiva publicitaria para hacer creer que cumplieron. En el Túnel de Boquerón, con todo lo que ha salido y que falta por salir a la superficie y con lo que ha pasado en los otros tramos descritos, veo un futuro muy complejo de la verdadera calidad de la obra. Entre Tolemaida y el puente San Rafael (incluyendo el increíblemente incómodo diseño geométrico del puente de acceso a la Base Militar) en tramos largos se puede observar fácilmente, de nuevo, el problema de la calidad del pavimento, con las consecuencias de una baja en el nivel de servicio.”

Credito
JULIO A. LONDOÑO B.

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