Ganó “La dictadura”

Rodrigo López Oviedo

La “dictadura venezolana” celebró la vigésima segunda elección en 18 años. La “dictadura venezolana” le ofreció al mundo unos comicios en los que, pese a solo elegir gobernadores, la abstención fue únicamente del 38,86 por ciento. La “dictadura venezolana” permitió 22 auditorías a su sistema electoral, con resultados plenamente satisfactorios para los representantes de la oposición, aunque los jefes de los partidos que la conforman desde antes de los comicios estuvieron alegando fraude. Esa “dictadura venezolana” reconoció los triunfos electorales de la oposición en cinco Estados.

La “dictadura venezolana” logró que la población rodeara al 75 por ciento de sus candidatos con votos suficientes para sacarlos victoriosos en sus correspondientes regiones. Esa “dictadura venezolana” rebasó en 9 puntos porcentuales la votación de la “democrática” y violenta oposición, oposición que ya ha solicitado el ciento por ciento de las actas para someterlas a revisión. Pues precisamente esa “dictadura venezolana”, accediendo a tan descabellada petición, le ha pedido al Consejo Nacional Electoral que someta todos los resultados a una auditoría igual a la solicitada.

Ahora bien, más allá de los logros de esa “dictadura venezolana”, lo importante es lo que los venezolanos lograron notificarle al mundo: que no se dejarán arrastrar por las corrientes de violencia e intervención con que buscan infundirle miedo el imperio norteamericano y la derecha opositora de dentro y fuera de las fronteras; y que más sentidos que los temores que producen esas amenazas son, de una parte, las ansias de paz que la misma oposición ha querido refundirle y, de otra, el compromiso de hacerle frente a las componendas internacionales que lidera Estados Unidos y que buscan acallar los anhelos soberanos del pueblo de Bolívar.

Ojalá que el presidente Juan Manuel Santos asimile esta experiencia y cambie su actitud ante el Gobierno de nuestro hermano pueblo. Los ocho millones de votos que respaldaron la elección de la Asamblea Nacional Constituyente el pasado 30 de julio y los 11 millones 600 mil de esta elección de gobernadores no pueden ser el producto de un pueblo que vive en dictadura.

Si así lo fuera, sería mucho más dictador el propio Santos, que arribó a la presidencia con cinco millones 800 mil votos, más dos millones que le aportó la izquierda para que no fracasara el proceso de paz, en unas elecciones que requirieron de segunda vuelta y cuya abstención fue del 51 por ciento.

Son cifras que debiera tener presentes antes de acolitar la peor dictadura del mundo, la dictadura de las transnacionales a través del gobierno de Estados Unidos, ante la cual se inclina obediente y de la cual cumple la orden de arremeter contra la “dictadura venezolana”.

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