Ahogándose en su propia salsa

Rodrigo López Oviedo

Quien reclama algo debe estar preparado para recibirlo. La convocatoria a elecciones ha sido una exigencia permanente de los opositores venezolanos, pese a que en 19 años de Revolución Bolivariana han tenido ocasión de participar en 22 comicios, tres de los cuales se realizaron en 2017, cuando estaban en lo más fino de sus propósitos desestabilizadores.

Son 19 años en los que el Gobierno ha tenido que soportar estoicamente el calificativo de “dictadura”, lanzado por estos señores a sabiendas de que durante tal periodo se fundó un sistema democrático que, más allá de los contenidos electorales, por lo general cargados de farsa en casi todos los países del mundo, ha llevado al pueblo a asumir un mayor protagonismo en su ejercicio.

Esos opositores, que solo han servido para soliviantar al sector de la población que no entiende lo que está ocurriendo y que no les ha visto sus sucias manos metidas en la crisis provocada por ellos mismos, cada año endurecen más sus exigencias de convocar a elecciones generales para renovar todos los órganos de elección popular, tanto los de formación plural como los unipersonales, incluido el de Presidente de la República.

Para atender tal demanda, el Gobierno siempre ha estado listo. Solo en el 2017 convocó tres elecciones adicionales a las 19 que ya se habían realizado en los 18 años anteriores. Pero los opositores, fruto de su división y de lo irracional de sus torvos propósitos, fueron derrotados también en estas. Tal vez por eso, ahora que se les convoca a elecciones presidenciales, están diciendo que no cuentan con garantías para participar mientras continúe al frente del proceso el mismo Consejo Nacional Electoral que ya antes les había reconocido algunos triunfos, como el que ocurrió cuando se eligió la actual Asamblea Nacional.

Vemos, entonces, cómo estos señores se van ahogando en su propia salsa. Lo que ayer exigían, hoy no les sirve. Y no debido a razones fundadas realmente en las fementidas deficiencias de los organismos correspondientes, sino a la a extrema debilidad en que los tienen sumidos sus propios errores y contradictorios intereses, así como las audaces medidas adoptadas por el presidente Maduro.

Sin embargo, pese a sus peroratas, participarán en estos comicios con una pluralidad de candidatos como Henry Ramos Allup, Henry Falcón y Andrés Velásquez, de los cuales ninguno sirve para hacer un caldo. De todas formas, los apoyos que recibirán de sus compinches y del imperio les reportarán algunos votos adicionales a los que merecen, pero no serán tantos que puedan poner en riesgo la continuidad de la revolución en que se encuentra empeñado nuestro hermano pueblo de Venezuela.

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