De un triunfo a otro

Rodrigo López Oviedo

A raíz del campeonato conquistado por el Deportes Tolima, ha circulado el siguiente WhatsApp: “Si Tolima le pudo dar la vuelta a los paisas, ¡¡¡Petro también!!!”.

Tal mensaje refleja la inmensa alegría de una fanaticada que ve con orgullo una segunda estrella en el escudo de su equipo, y que presiente que a nuestro pueblo lo separan muy pocos días de otro triunfo: el de llevar al Palacio de Nariño a un hombre salido de sus entrañas y dispuesto a aplicar un programa que ponga a su servicio un aparato de gobierno que solo ha servido a las clases dominantes.

Ese hombre es Gustavo Petro, el de la Colombia Humana, quien con su programa atenderá los reclamos de un pueblo que es productor de la riqueza nacional, pero que ha tenido que resignarse, por falta de conciencia, a ver cómo tal riqueza se utiliza en beneficio de unos pocos, y no de la población en general.

Pero está llegando el momento de darle la vuelta, no a los paisas, sino al establecimiento entero, y las condiciones están dadas. Ya son millones los colombianos dispuestos a voltearle la torta a quienes quieren que sigan viviendo de privaciones. Esos colombianos pusieron en la pasada primera vuelta presidencial nueve millones 839 mil votos, con los cuales superaron en 863 mil la votación de la derecha.

Hasta dónde es posible mantener esa diferencia, es cosa que el pueblo ya tiene decidida, pese a la deserción de Fajardo, Robledo y De la Calle, quienes creyéndose dueños de los votos de sus respectivas huestes, orientaron votar en blanco o no votar, como si con tales decisiones no estuvieran favoreciendo al candidato del atraso, la violencia y la corrupción.

Por fortuna, tan lamentables defecciones no darán los resultados que serían de esperar si quienes respaldaron a tales dirigentes fueran borregos. Al contrario, la absoluta mayoría se siente hoy traicionada, y por eso se está pasando a las filas de la Colombia Humana.

Por supuesto que la derecha ya trazó su estrategia para evitar el crecimiento de la votación por Petro y contrarrestarla solo es posible con un trabajo duro, orientado a consolidar su votación actual, convencer a los indecisos y proteger los resultados obtenidos, pues resultaría lamentable desperdiciar esta, la única gran oportunidad que se ha tenido de llevar a un hijo del pueblo a la Casa de Nariño, lo cual le significaría a los tolimenses un redondeo con creces del triunfo de su equipo amado con el ahora más que posible triunfo de Gustavo Petro y la Colombia Humana, con todo lo que ello significará en bienestar para todos los colombianos.

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