Cuestión de umbrales

Rodrigo López Oviedo

Casi que total ha sido la coincidencia entre analistas en cuanto a que la Consulta Anticorrupción ha sido el hecho político más importante de 2018. Que hayan concurrido a las urnas 11 millones 671 mil 420 personas, pese a carecer de todo estímulo distinto al de contribuir a resolver un problema tan aberrante como el de la corrupción, supera cuanto ha ocurrido en el país en el campo político. Ese resultado constituyó una inmensa sorpresa para muchos, sobre todo por haberse logrado en una jornada que ofreció como una única satisfacción la del deber cumplido.

La pregunta que podríamos formular en este caso es: ¿Cómo así que un resultado como el obtenido no produce los buscados efectos jurídicos directos, y tenemos que resignarnos con unas consecuencias políticas de naturaleza incierta, pues finalmente terminarán siendo la expresión de la voluntad de unos congresistas cuyas prácticas corruptas son, entre otras, las que se buscan erradicar?

Se trata de una preocupación válida, frente a la cual valdría la pena estudiar la propuesta de Rodrigo Uprimny, quien considera conveniente reemplazar el umbral de participación, hoy establecido, por el umbral de resultados, de tal manera que la validez de una consulta no dependa del porcentaje de participantes respecto del padrón electoral, sino del porcentaje de quienes la voten favorablemente, dejando por sentado que estos resultarán gananciosos si superan los resultados de quienes la voten desfavorablemente, siempre y cuando esa votación favorable supere un determinado umbral, que tiene que ser considerablemente inferior al hoy establecido. Volviendo al tema de la consulta, su sorprendente éxito político llevó al Presidente, Iván Duque, a realizar una reunión de concertación en la que participaron las más altas dignidades del Estado, tres expresidentes de la República y representantes de las bancadas del Congreso. En esta reunión se acordó constituir una Mesa Técnica para que coordine lo atinente al tránsito por Senado y Cámara de los proyectos de ley anticorrupción que se han presentado, y los que se presentarán, y les garantice un adecuado respaldo. Hasta dónde esta Mesa podrá sacar adelante tal propósito, es cosa que está por verse.

A propósito de los esfuerzos que le hemos visto al doctor Iván Duque en procura de erradicar la corrupción, en un reciente comentario manifesté mis dudas acerca de su sinceridad en el respaldo a la Consulta. Incluso, llegué a decir que los proyectos de ley que presentó sobre ese particular solo tenían el propósito de desestimular la participación ciudadana en la misma.

Los pasos que últimamente ha dado parecen indicar que estaba equivocado; sin embargo, como no lo puedo asegurar, al menos permítanme manifestar mi deseo de haberlo estado.

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