Enseñanzas del paro

Rodrigo López Oviedo

A propósito del Paro Cívico Nacional del pasado 25 de abril, el gobierno de Duque ha debido tomar nota de las cuantiosas pérdidas económicas que se dan en este tipo de eventos, así como del menoscabo que sufre nuestra ya pobre imagen en el concierto internacional y de sus repercusiones en el interés de los inversionistas extranjeros, que se decidirían a traer sus capitales al país si fueran otras las condiciones existentes. Consiguientemente, y movido por tales efectos, debiera hacerse el propósito de resolver los problemas de la ciudadanía antes que esta tenga que verse obligada a acudir a acciones de hecho, como este paro.

Sin embargo, hasta el presente, no ha dado evidencias de preocupación por nada de lo mencionado, y antes bien, está dejando la sensación de que lo verdaderamente importante es tener ya identificados a los 35 vándalos que con sus peligrosos grafitis dejaron en ruinas algunas edificaciones que son patrimonio de la Nación.

Comparando ese alardeo de eficacia con lo que ocurre en la realidad, salta de bulto su inoperancia (¿O su complicidad?) en el caso de los cientos de luchadores sociales y exguerrilleros que han sido asesinados desde la firma de los acuerdos con la otrora guerrilla de las Farc, hoy convertida en partido político, y de los cuales no sabemos nada.

Es un alarde que no le agrega nada a lo que Uribe suele decir en ocasiones similares, y que ha sido repetido hasta la saciedad por esa inmensa fauna que colma el circo en que ha quedado convertida nuestra institucionalidad. Es decir, con Duque, nada nuevo hay bajo el sol; y por eso preparémonos para ver muchas cosas nefastas, que ya vimos con el expresidente, si no nos juntamos todos los ofendidos con semejante estado de cosas para que impongamos nuestras soluciones.

Pero también el movimiento social, especialmente el del Tolima, debe aprender de esta experiencia. Es inconcebible que los dirigentes del paro hubieran arriado las banderas a mitad de camino. Para más fueron los participantes que estuvieron “acantonados” en la avenida del Ferrocarril con calle 37, que permanecieron en su puesto hasta ya casi entradas las horas de la noche, pese a las presiones policiales para que abortaran la protesta. Y no solo eso, también lograron la presencia de los secretarios General y de Gobierno municipal, con quienes concertaron la conformación de una mesa de diálogos para estudiar, el próximo jueves, en la Alcaldía, algunos problemas del orden municipal. Pueda ser que en esa ocasión el Comando de Paro sí se ponga a la altura de las circunstancias y acompañe a estos valientes y valiosos líderes en tal reunión.

Comentarios