¿Fracasó el modelo neoliberal?

Rodrigo López Oviedo

Para muchos analistas, el neoliberalismo está en crisis. Lo afirman al ver cómo se agudizan los problemas sociales en los países donde se está aplicando este modelo.

En efecto, siendo uno de sus postulados más importantes el que el Estado no intervenga en las actividades que puedan ser ejecutadas por los particulares, han pasado a ser explotados por el capital privado importantes servicios relacionados con las necesidades básicas de la población, ahora convertidas en mercancías de tan alto costo que han marginado a los más humildes de toda posibilidad de satisfacerlas, salvo que acudan a instituciones que, como el Sisbén, más parecen entidades de beneficencia.

Ejemplos como el de la salud los hay a granel. Valga la pena recordar también los servicios de crédito, financiación de vivienda, mantenimiento de vías y atención pensional, cuyo manejo quedó prácticamente en manos del sector financiero. El resultado ha sido un pueblo con bolsillos desocupados y problemas en aumento. Si a esto lo llaman crisis del modelo neoliberal, los analistas que lo afirman tienen razón.

Sin embargo, hay otro punto de vista. Este compara los propósitos de los promotores del modelo con los resultados que están obteniendo. En este sentido, preguntémonos. ¿Será que sus promotores tenían el objetivo de resolver los problemas de la sociedad? Pues claro que no; todo lo que buscaban era simplemente apalancar grandes inversiones de capital con unas políticas que les garantizaran el máximo beneficio. Y esas políticas, en síntesis, debían orientarse a dejarles pulpa, es decir, sin la competencia ni la intervención estatal, la mayor cantidad de nichos comerciales y de servicios existentes en el mercado.

Que esto les haya reportado inmensos beneficios, es cosa que nadie discute. Tales beneficios, in crescendo, son la evidencia más clara del rotundo éxito que para los defensores del modelo ha tenido su implementación. Ellos no podrán decir jamás que las tesis neoliberales hayan fracasado; por eso las defienden de patas y manos, así tengan que emplear los más perversos métodos, como lo han hecho donde la aplicación del modelo ha encontrado obstáculos o avizoran que su fin está cercano, que es lo que está ocurriendo en Venezuela y Nicaragua, ha pasado en otros lugares y pronto pasará en México.

Ahora bien, con las políticas neoliberales también se han perjudicado importantes sectores oligárquicos, como ha ocurrido con la apertura de fronteras a la producción extranjera, ante la cual sus productos no han contado con la competitividad suficiente, merced a las carencias tecnológicas con que producen y a no gozar de subsidios estatales tan significativos como los que hay en otras partes. De esto, el senador Robledo ha hablado copiosamente.

Comentarios