Estamos ad portas de ver en las urnas los resultados de unas campañas electorales que, a diferencia de lo que de ellas hubiera sido de esperar, se caracterizaron por la falta de compromisos serios de los candidatos acerca de lo que verdaderamente tienen pensado hacer y no hacer en caso de resultar elegidos, y por la abundancia de promesas en torno a aspectos que no son del resorte de las dignidades a las que están postulados.
El caso más desafortunado es el relacionado con la solución que algunos dijeron que le darán al problema de la inseguridad ciudadana: incrementar el pie de fuerza policial. ¿Será que estos candidatos sinceramente creen poder resolver el problema de esa manera? Porque si lo creen, lo que hay en ellos es una ignorancia supina, pues ni alcaldes ni gobernadores, ni mucho menos diputados y concejales, tienen facultad nominadora en la Policía Nacional, y este desconocimiento los hace indignos del voto ciudadano.
Ahora bien, si esa promesa no está fundada en la ignorancia, sino en la torva intensión de ganar el voto ciudadano mediante el engaño, ya ese candidato no es que sea indigno del respaldo electoral, sino, más aún, indigno de estar en el mundo de la política, al que solo deberían llegar los auténticos representantes de las clases y grupos sociales, que en sana lógica son los que merecen disputar las dignidades en juego, con tal de que lo hagan de manera franca, señalando sin ambigüedades lo que piensan y no piensan hacer, no vaya y nos vuelva a pasar lo ocurrido con el socialista de tribuna que hoy tenemos en la Alcaldía, quien a cambio de unas bonitas jardineras nos dejó con el 70 por ciento de incumplimiento de sus promesas de campaña y una carga de impuestos que jamás pudimos imaginar, pues de tal intención hizo durante toda su campaña mutis por el foro.
Por eso mucho cuidado con su candidato a la Alcaldía, un tal Girón, a quien sabe capaz de comulgar en todos los altares y a todos los altares traicionar, del que mucho denostó en su campaña y al que, pese a todo, nombró y mantuvo en la gerencia del Ibal.
De mi parte, por mis principios democráticos y de izquierda, y convencido de la importancia de recuperar el camino desandado hacia el logro de la paz, anuncio mi voto al Concejo por Andrés Hernández de Colombia Humana - UP; a la Asamblea, por Gustavo Bocanegra del Partido Farc; y a la Alcaldía, por Hugo Zárrate. Son tres candidatos que levantan las mismas banderas y recorren los mismos senderos. ¡Con ellos, a las urnas!
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