Olvidos que pauperizan

Rodrigo López Oviedo

En una caricatura que circuló durante la campaña presidencial de 1978, se le preguntaba a un potencial elector si no le gustaría votar por Julio César Turbay Ayala. Ante tal pregunta, el entrevistado contestó: Pues a mí sí me dan muchas ganas… pero ahí mismo se me quitan.

A Turbay parece que le gustó tanto la caricatura que ya en el poder quiso aplicarla a sus promesas electorales, lo cual logró de una manera sobresaliente. Digno de mencionar, entre otros, su propósito tardío de reducir la corrupción a sus justas proporciones, el cual tardó más en anunciar que en someterlo a irreparable olvido.

De igual jugarreta de la memoria han sido víctimas todos los demás mandatarios que el país ha tenido, aunque parece que ninguno en tanto extremo como Iván Duque, a quien en campaña le dio ganas de hacer muchas cosas por los más humildes, y ya en el poder solo está recordando lo prometido a los poderosos.

Recordemos si no lo que está pasando con su promesa de menos impuestos y más salarios; aunque tal vez no sea que la esté olvidando, sino que la recuerda con algunas variaciones: menos salarios y más IVA a la canasta familiar para poder financiar, ahora sí, los menores impuestos de las clases dominantes. Por fortuna, la oposición logró impedir en el Congreso que al menos lo del IVA fuera aprobado.

Igual ocurrió con su pomposa consigna de ni trizas ni risas, con la que pretendió hacerse a un buen sofisma para poder comulgar en dos altares, el de los amigos y el de los enemigos de la paz. Sin embargo, la táctica no le salió bien, pues lo que hoy observa el país es la foto de Duque comulgando en el altar del uribismo, con lo cual está desbandando a los exguerrilleros hacia el monte y haciendo de la esperanza de paz en una nueva y dolorosa frustración.

Los anteriores son solo ejemplos traídos a cuento a raíz de dos propuestas de algunos gremios económicos, ante las cuales los trabajadores debemos poner ojo avizor, pues pese a que Duque ya les dio su rechazo, este puede ser un rechazo que también olvide o que transmute en apoyo.

Estamos hablando de la eliminación de los intereses a las cesantías y los aportes a las cajas de compensación, que son dos conquistas fraguadas en combativas luchas, a cuya defensa debemos aportar nuestro mayor esfuerzo. La dirección del movimiento popular seguramente ya tomó nota, y las incluirá dentro de las 114 exigencias que conforman los 13 puntos del paro. Aquí hay un motivo más para reeditar las aguerridas movilizaciones del 2019.

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