Y la música del Tolima “¿qué se fizo?”

Manuel José Álvarez Didyme

A causa del encierro al que nos ha obligado la amenaza de la diseminación universal del coronavirus, hemos recurrido a la televisión como auxiliar de divertimento, luego de haber intentado y utilizado otros diversos medios para lograrlo.
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Y allí en el Canal Caracol tropezamos con un programa que bajo el nombre de “A otro nivel” se diseñó para descubrir nuevos talentos interpretativos en los más diversos géneros musicales, que lleva incluso a los participantes a incursionar en la parte compositiva y de arreglos vocales, -seguramente asistidos al efecto por sendos maestros-, adecuando los más variados temas, tanto tradicionales como de actualidad, al género que caracteriza a cada uno de los participantes.

Y con sorpresa mayúscula advertimos que allí no interviene -por lo menos de manera evidente-, ningún jurado, intérprete, arreglista o compositor, oriundo de la que solemos llamar, -henchidos de orgullo y solazándonos en ello- ,“la ciudad musical de Colombia”, y que nuestra música autóctona, -la andina-, en competencia con otros géneros musicales está “out”, o sea que está fuera, no va más”, enviada y desahuciada al rincón de los “trebejos”, desplazada por el vallenato, el reguetón, la salsa, la música ranchera, y hasta por la llamada por la picaresca popular, como “música de aplanchar y/o de despecho”.

Sin que podamos sorprendernos por ello, en cuanto nada hemos hecho para abrirle campo e incrementar su difusión y desde luego su adecuación a unas nuevas temáticas más amplias y acordes con los tiempos que corren, con miras a procurar su masivo consumo por la gente de las ciudades.

Puesto que nos quedamos anclados en la referencia tradicional a los temas del campo, del pequeño poblado y del hombre del agro, y con los instrumentos autóctonos, y sus compositores, -salvo posiblemente Miguel Ospina y Jorge Villamil-, no incursionan en otros campos y materias mientras el país crece, se urbaniza y su sociedad se torna cada vez más compleja.

Por su parte los conservatorios tanto el del Tolima como el de Ibagué, ningún caso están haciendo a la sugerencia presidencial de tratar de aprovechar económicamente “la ventaja comparativa” que en este campo tenemos, para ver de ampliar sus posibilidades de explotación económica y como fuente factible de generación de empleo y nuevos recursos económicos para la región.

MANUEL JOSÉ ALVAREZ DIDYME-DÔME

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