“Que 20 (29) años no es nada…”

Manuel José Álvarez Didyme

Si bien en la vida de los pueblos, tal como dice el conocido tango de Carlos Gardel y Alfredo le Pera, “Volver”: “… que 20 años no es nada…”, si que lo son y de qué manera, -máxime si son 29-, en la diaria brega de hacer empresa y en un apático entorno, en cuanto su lento desenvolvimiento empresarial y frustrado en su propósito de contar con un medio de comunicación propio, como el nuestro, sobretodo, luego de los denodados y malogrados esfuerzos editoriales de El Cronista, Actualidad Tolimense, el semanario Tolima Siete Días, Tribuna, y la desaparición por múltiples causas, de El Derecho, Tribuna Liberal, Tribuna Gaitanista, El Vampiro, Derechas Sociales, Combate y El Comercio, El Observador, El Conservador, El Liberal, La Gran Vía, La Unión, Batalla, Hojitas Sueltas, El Duende, El Fígaro, El Progreso, Adelante, El Alacrán, El Tolimense, Réplica, Acción, Ariete, Las Noticias, La Noticia, Prensa Nueva, Esquina Liberal, Protesta, El Inconforme, Frente Liberal, El Diario Época, El Orden, Norte, Los Cronistas, El Dardo, Rueda, Revolución, La Tregua y El Espectador en Guamo 1852, -primer periódico del Tolima-, como lo reseñó el enjundioso historiador tolimense Camilo Pérez Salamanca, al reconstruir el devenir histórico de la prensa en el departamento, desde cuando el Tolima nació a la vida institucional como Estado soberano, en el Siglo XIX y una vez aparecido el novedoso invento de Gutenberg: la imprenta.
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No obstante ello, el 4 de marzo de 1992 y cuando Ibagué resentía la falta y carencia de un medio escrito de importancia, el conocido empresario santandereano, Alejandro Galvis Ramírez, gestor, directivo y líder del periodismo regional en los periódicos Vanguardia Liberal de Bucaramanga, El Universal de Cartagena y El Colombiano de Medellín, convocó un grupo de tolimenses, -entre los cuales honrosamente me cuento, al igual que al Comité de Cafeteros del Tolima que por entonces era presidido por mí, alrededor de la empresa Editorial Aguasclaras S.A., que dio origen coincidente y premonitoriamente de lo que le advendría al Tolima: un “Nuevo Día “, en cuanto su transición política y cultural.

Si bien fueron dispendiosas tareas las de adecuar la sede, la infraestructura necesaria y capacitar el personal en cada una de las labores futuramente requeridas, culminaron exitosamente y en tiempo, bajo la dirección del empresario e intelectual Antonio Melo Salazar, -su primer director-gerente-, quien logró que la rotativa en la que se imprimieron los primeros ejemplares que circularon, entrara en marcha el entonces domingo 29 de noviembre de 1992, día en que esta edición salió a la venta.

De esa fecha a hoy, el diario, convertido en la memoria de la región tolimense, hoy bajo el gobierno de Adriana Quijano, ha registrado sin pausa alguna, los acontecimientos de mayor relevancia en Ibagué, el Tolima todo, Colombia y el mundo, fiel y realmente comprometido con la ética, la veracidad y la calidad informativas, como lo evidencian, los importantes reconocimientos y galardones obtenidos: el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, un Premio Nacional de Fotografía otorgado por el CPB, además de un Premio Nacional de Fotografía Ecológica y el de Colprensa a la mejor crónica, a más de otra distinción en el campo del periodismo deportivo por el mejor cubrimiento de la Copa Toyota Libertadores de América:

¡Feliz aniversario El Nuevo Día! 

JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ DIDIME

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