El respeto social

María Yolanda Jaramillo G.

Un país que quiere elevar el talante moral de su pueblo, decía Tocqueville (autor de la notable obra “La Democracia en América”), “debe promover un sistema de educación pública, que enseñe el respeto por los demás y la cultura del cumplimiento de reglas”.
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El cumplimiento de reglas está dado en la vigencia práctica de la constitución política de un estado, que constituye la esencia normativa de toda sociedad civilizada, que marca un estilo de vida en los comportamientos individuales y colectivos, a la normatividad jurídica.

Desde el siglo XIX el Estado colombiano está organizado en tres grandes ramas de poder; la Legislativa, Ejecutiva, y Judicial, que ejercen sus funciones con plena autonomía. En la Constitución de 1991, se consagran varias normas sobre el proceso de la intervención  del estado social de derecho. Estos tres pilares de la democracia son de Obligatoria Aceptación, Trascendencia y Respeto, por cada uno de los colombianos.

No existe mayor amenaza que destruya tanto la convivencia pacífica, y la armonía dentro de una sociedad como la nuestra, el aumento del porcentaje de quienes utilizando su liderazgo, a través, de espacios políticos, judiciales, periodísticos, religiosos, sociales e intelectuales, que influyen en el pensamiento y en las acciones de un gran número de personas; ejercen mayor influencia si se hacen públicas, utilizando los medios periodísticos como lo hizo la columnista María Isabel Rueda en su columna (9 de agosto -  Tiempo) que tituló “Una decisión estúpida”, calificando de esta manera la decisión de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, en referencia a la detención domiciliaria del senador Álvaro Uribe.

Somos conscientes que no todas las normas que sancionan son justas, lo cual debe conducir a un replanteamiento de las mismas, por parte de la rama Legislativa, que expide las leyes, que rigen la vida de una Nación. Al atacar así  y de esa manera, a uno de los pilares de nuestra democracia, si que le hacemos daño, no solo al Gobierno, sino al país.

Siento mucho la actitud de esta líder del periodismo, que no tiene límite para la injuria; si la Corte Suprema de Justicia se equivocó, hay muchas maneras de hacerlo notar, pero no con violencia. El respeto social hacia las instituciones del Estado es el “Aval seguro, para construir un mejor país, y a ello, le apostamos todos”.

MARÍA YOLANDA JARAMILLO

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