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La élite rusa, dispersa en el mundo, está encontrando muchas dificultades, rechazo y hostigamiento, es como si Rusia se convirtiera en víctima de su propio invento.
Rusia siempre a lo largo del tiempo ha tenido gran desempeño en el Arte, especialmente en la música y ópera en Europa. Hoy, ellos se encuentran en dificultades, los gobiernos de cada país donde se encuentran, les exigen manifestar su desacuerdo y rechazo a la política de invasión del presidente Putin.
Estos connotados directivos decidieron renunciar por lo cual, se afecta importantes sectores de la música, como la Filarmónica de Viena, Múnich, Róterdam y la Ópera del Estado Bávaro y de Zúrich. Esta sentida y extendida cancelación del arte, nos induce a preguntarnos ¿el Arte hace parte del mundo político?... o al contrario “el Arte está lejos del mundanal ruido político”.
Sin duda este tema, genera debate y controversia, en cualquier escenario, académico, formativo y educativo donde se presenta. Siendo estos escenarios los más adecuados, pertinentes y confiables para la validez de la respuesta, en relación al tema planteado.
En nuestra constitución de 1991, se manifiesta el deseo de investigar y difundir valores sociales y democráticos, por parte del Estado, haciendo énfasis en los “valores culturales”, tradición, sentido de pertenencia, espectáculos, diversión…
No es necesaria la crítica del sistema y la duda de sus valores; lo cual me parece, que va en contravía de lo que el Arte representa “expresión y forma de la realidad”; lo cual implica un rasgo político.
No se desconoce, que varios destacados pintores, cuyas obras para el pueblo, retratan la realidad social que viven, como lo hacia Diego Rivera en su querido México.
Se hace necesario darle al Arte una gran misión social y humana, democrática y crítica. El mundo avanza por la gran necesidad de mejorar.
No pudo decir si las cosas Mejoraran si cambiamos; lo que Puedo decir es que deben Cambiar si quieren mejorar - George C. Lichostemberg –.
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