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Convocatoria del Papa Francisco, invitando a un amor que va mas allá, de las barreras de la geografía y del espacio “es feliz quien ame al otro, tanto cuando está lejos de él, como cuando está junto a él” es la manera de manifestar lo esencial, hacia una fraternidad abierta, lo expresa en su encíclica “Fratelli Tutti”; añade: “conciencia de una comunidad mundial que navega en una misma barca, donde el mal de uno perjudica a todos”. Propone el Papa Francisco, una mirada renovada en la Iglesia, donde todos nos unimos como hermanos, buscando el mismo destino. Inicialmente lo hacían las primeras comunidades cristianas, comprometidas, en el manejo de salvación; solo su fe los motivaba a la gran acción Evangelizadora. Hoy la Sinodalidad de la Iglesia abre el camino de renovación “Caminar Juntos”, con mente y corazón abierto, sin prejuicios. La Arquidiócesis ha facilitado este renacer, lo cual concilia el Magisterio de la Iglesia con las manifestaciones propias del ser humano, una de ellas, las devociones; entre las cuales, sobresale la devoción Mariana, es universal el amor de los fieles por la madre de la Iglesia. Desde la creación de la Diócesis en 1854 en Ibagué, la Catedral es el trono consagrado a María en su advocación de La Inmaculada Concepción. Una advocación que mueve la piedad de muchos fieles, es la Virgen del Carmen especialmente en Colombia. Además tenemos una de las más antiguas devociones la de María Auxiliadora; los cristianos de los primeros siglos la llamaban “Auxiliadora”; en el año 345 San Juan Crisóstomo la llamaba “Auxilio Potentísimo”. En el año 749 San Juan Damaceno es el primero en propagar la jaculatoria “María Auxiliadora rogad por nosotros”. San Juan Bosco puso su vida, su ministerio, y la fundación de la comunidad Salesiana, bajo su protección. Un sentido homenaje a la Madre de la Iglesia, María Auxiliadora, fue su fiesta patronal el 24 de Mayo, con una especial Liturgia presidida por el Arzobispo Orlando Roa Barbosa. El punto más culminante de la conmemoración fue al inauguración de la “Capilla de la misericordia de María Auxiliadora”, con la bendición del Arzobispo y la devoción de la comunidad, por esta exclusiva capilla, espacio de alabanza y gloria y de intimo recogimiento, donde cada Ibaguereño puede recurrir, para obtener su misericordia, en las incontables necesidades, que surgen en su diario vivir. Un sentido gracias para el Padre Miguel Alexis Saavedra por todo su empeño y devoción por este espacio espiritual a la Madre Auxiliadora.
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