El alma de los animales

Con el paso de los años me he vuelto más cercano a los animales que a las personas; les admiro características y condiciones que en los seres humanos raramente se dan, pero que en ellos son constantes y siempre ciertas.

Todo aquel que ha compartido su vida con un perro sabe que no hay nada más enternecedor y diciente que su mirada y nada más profundo, seguro, desinteresado y eterno que su lealtad y su amor incondicional.

Son conocidos miles de casos de animales que realizan actos grandiosos de fidelidad y amor por los seres humanos, como el de Alex, un loro gris, que el día antes de morir le dijo a su dueña: “Sé buena. Te quiero”;está también el caso de una ballena beluga que sacó del mar a un buceador que había quedado atrapado en el hielo.

Cuenta Martha Ruescas, en ‘ElAlma de los animales’, que hay testimonios de personas que realizan viajes astrales que hablan de la existencia de animales con conciencia individual como perros, gatos o caballos.

Además, “estos animales son mucho más inteligentes en esa otra realidad astral y parece que responden a las necesidades humanas. No es casualidad verlos seguir con la mirada un punto invisible en el techo o la pared. Ellos poseen visión astral, por eso nosotros no podemos ver lo que ellos ven.”

Para Ruescas, el hecho determinante de que los animales sirvan a las personas y que, en muchos casos, den su vida por ayudarnos o salvarnos, demuestra que tienen libre albedrío y que deciden socorrernos. Ese generoso acto solo puede provenir de un espíritu evolucionado, de una forma de conciencia que demuestra que “los animales también tienen espíritus guías que poseen caracteres nada inferiores al mejor de los hombres”.

Mi mayor respeto y admiración a esos seres de luz mal llamados “animales”. Los humanos tenemos mucho que aprender de ellos.

Credito
JAIRO MARTÍNEZ

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