Un proyecto de Nación para el 2013

En fechas como estas hacemos un alto en el camino y cavilamos en los diferentes aspectos de la vida: en lo personal, en lo familiar, en lo comunitario, y entre estas reflexiones encontramos espacio para nuestra patria, donde nos preguntamos por qué Colombia es como es, por qué tiene tantas dificultades y por qué vive permanentemente bajo cuestionamientos y oposiciones.

En fechas como estas hacemos un alto en el camino y cavilamos  en los diferentes aspectos de la vida: en lo personal, en lo familiar, en lo comunitario, y entre estas reflexiones encontramos espacio para nuestra patria, donde nos preguntamos por qué Colombia es como es, por qué tiene tantas dificultades y por qué vive permanentemente bajo cuestionamientos y oposiciones.

Estas turbaciones, a su vez, vienen acompañadas  con propósitos de enmienda y proyectos de futuro, como impronta de la vida misma y la razón de ser de estas festividades: el deseo de un próspero año.

¿Cómo construir un futuro próspero para Colombia?

Debe construirse a partir de la diferencia. A pesar del reconocimiento constitucional de que nuestra nación es multiétnica, de que se respeta y garantiza la diferencia, el Estado colombiano ha sido construido con estándares económicos, sociales y culturales para pueblos más homogéneos. El patrón  de construcción de las agendas políticas y legislativas prioritarias han sido acogidas sin adecuarse íntegramente a nuestra realidad, sin enclave social y ausencia del Estado Nación, por encima de los derechos humanos, de las necesidades sociales y medioambientales; de ahí que frente a leyes y acciones gubernamentales no falta quien descargue desacuerdos, censuras y reprobaciones.

Pero no todo es responsabilidad institucional, hoy el derrotero es otro: la hoja ruta del desarrollo colombiano debe ser sometida a la pluma de la Interacción y la participación, la inclusión social y la reconciliación. Instrumentos como la consulta previa y las audiencias públicas, entre otros espacios de participación, ya están forjando construcciones colectivas para que el Estado sea el merecimiento de estos actos y no la dádiva  de un Estado paternalista, frente al cual todos exigen y todos esperan.

Es por ello que el propósito de enmienda no puede ser otro sino la cimentación de un proyecto verdaderamente nacional que integre a las mayorías y las movilice a alcanzar metas colectivas bajo la cultura del consenso.

Leyes como la reparación de víctimas, la de restitución  de tierras y la que rinde honores a la desaparecida ciudad de Armero y a sus víctimas, son los sismógrafos de que el Gobierno de Juan Manuel Santos, a través de acuerdos societarios que significa un auto reconocimiento y un reconocimiento colectivo por encima de las diferencias,  ha encontrado los frenos de emergencia a las locomotoras  del progreso que inicialmente arrancaron sin conductor. 

Es por ello obligado cerrar este espacio dando el reconocimiento del  propósito ministerial del doctor Fernando Carrillo Flórez, porque sus palabras son auguro de la prosperidad que le espera a Colombia para el año 2013. “Los nuevos liderazgos políticos de Colombia son los de quienes defienden los derechos de las víctimas, quienes están en la lucha por la restitución de tierras, los defensores de derechos humanos, los líderes comunales; hay todo un brote de liderazgo a nivel de la democracia local que nosotros tenemos que fomentar”. Palabras estas que revalida con su propósito de hacer de su Ministerio el Ministerio de las regiones.

Credito
ROSMERY MARTÍNEZ Representante a la Cámara

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