El feeling de la Fundación Buen Gobierno

Si bien es cierto el presidente Juan Manuel Santos solo hará el anuncio de su reelección el próximo 25 de noviembre (plazo establecido por la ley), la sede de Buen Gobierno inaugurada en el mes de mayo se constituyó en su avanzada.

La Fundación es la excusa formal para dar por cierto ante el país la decisión de ir por un nuevo mandato, salvo algún incidente extraordinario.

¿Qué es la Fundación Buen Gobierno?
Es un escenario, es una plataforma de acción inmediata, es la más importante estrategia con que cuenta la Unidad Nacional, no sólo por su concepción sino por quien la preside. Ella indicará los posibles caminos a seguir y las reglas a implementarse en momentos de coyuntura, dada la correlación de fuerzas existentes y la multiplicidad de intereses políticos que la integran.

De esta organización, hoy presidida por quien se erigió, en esta administración, doblemente “Ministro estrella”, de donde Juan Manuel Santos comenzó a fraguar su proyecto político, donde adelantó su pasada campaña, donde definió toda la agenda programática que ha tenido este Gobierno, se ha dicho de todo: contra ella se han utilizado expresiones coloquiales: “Es un hueso sin carne”;  “una cortina de humo donde se cuece un plan alterno”; “no cumple ningún papel para ayudar a que la coalición se fortalezca”, o que “tiene más acciones de disociación que de unión”.

¿En realidad qué hay tras todas estas glosas? Estas críticas perniciosas no parecen estar dirigidas en contra de la Fundación, ni en contra de la sede. El sablazo tiene un norte y es  contra quien la preside, es contra el doctor Germán Vargas Lleras. 

 ¿A qué se teme, porqué tanto recelo?

El Partido de la U y el Partido Liberal no reconocen una jefatura en el doctor Vargas Lleras, no creen en su lealtad y en su transparencia a pesar de que sin subterfugios, sin planes alternos   él mismo  manifestó públicamente que la Fundación no tiene sino un plan y que ese plan lo va a ejecutar a cabalidad: “Reelegir las políticas de Santos”. 

Sin embargo, pese a este parte de tranquilidad, los interrogantes siguen invadiendo las grandes encuestas, que ¿si no es Santos quién podrá ser?. De nada sirve votar corriente cuando la posibilidad de la ausencia de Santos no se ha dado. Por el momento nadie, y nadie es nadie, puede desconocer que en todos los espacios donde los ejemplos hipotéticos han puesto a jugar a Vargas Lleras: él ¡Augura Victoria! Por la fuerza de su personalidad, en medio de las circunstancias que lo rodean, él solito se impone.

Hasta el próximo 25 de noviembre el escenario político de Colombia continuará siendo incierto. Y para quienes dijeron en su momento que la estrategia Santos parece un hueso sin carne, cabe recordarles que no hay hueso sin tuétano y que hay un número considerable de votantes efectivos que reconocen que el feeling de la Fundación Buen Gobierno es el doctor Vargas Lleras, de ahí la mejor fórmula reeleccionista.

Tal como están las cosas, pese a las reacciones y temores, es una realidad de a puño que sin Vargas Lleras la Unidad Nacional muere, por la sencilla razón de quien es él y lo que él representa. Atacarlo entonces parece muy fácil, pero prescindan de él para ver qué pasa. Este es el verdadero dilema. 

Credito
ROSMERY MARTÍNEZ ROSALES Representante a la Cámara

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