Carlos García sacude la Política y pone a pensar al Tolima

El regreso del exsenador Carlos García Orjuela al escenario político ha sido un bálsamo para la política tolimense.

Regresa por fortuna el doctor García en un momento aciago de nuestra política donde prevalece el dinero corruptor sobre las propuestas y nos pone a pensar a los tolimenses en los temas de fondo de la problemática social.

En el tema de vivienda, por ejemplo, propone un gran desarrollo de interés social sobre 600 hectáreas de tierra que el municipio de Ibagué debe obtener, aun bajo expropiación si fuere necesario, para darle techo a los desposeídos de nuestra ciudad.

Igual, propone soluciones de gran calado en educación, salud, nutrición infantil y en todas las dimensiones de lo que eleva a los más pobres a un plano de igualdad en el aprovechamiento de las oportunidades y a una condición justa en la que todos puedan participar de los beneficios de una economía de mercado enmarcada dentro de una democracia plena de libertades.

Cuando se ha tenido la oportunidad de formarse y vivir en el mundo desarrollado, como es el caso de Carlos García, es cuando se entiende claramente que el factor más importante en la competitividad de un pueblo es la gente y no el cemento, solo así se explica que Alemania y Japón sean hoy las potencias que son cuando hace tan solo 50 años sus países estaban en ruinas.

Los niveles de pobreza de nuestro Departamento no solo reflejan un drama humanitario sino que se constituyen en un lastre para el desarrollo.

¿Deben estas propuestas revolucionarias en lo social preocuparnos a los que tenemos una posición económica privilegiada? Absolutamente no, por el contrario, debemos acogerlas, ya que son los desequilibrios sociales y la corrupción lo que conduce,como ocurre con Cuba o Venezuela, a aventuras totalitarias que nivelan por lo bajo, como lo hacen las tempestades con los náufragos, todos en la misma condición.

Desde esta columna lance mi clamor muchas veces a los jueces de la patria para que pusieran en libertad al exsenador García.

Luego de dos largos años la Corte Suprema en un acto de lucidez jurídica lo declaró inocente de los cargos que se le imputaban.

No hay quizás en Colombia un hombre que pueda acreditar su honorabilidad con mayor solvencia que Carlos García Orjuela, pues no hay uno en estas tierras cuya conducta haya sido más examinada por unos jueces más proclives a condenar que a absolver ante la duda.

Algunos se han sorprendido del entusiasmo con que los tolimenses han recibido el regreso de García y de que hombres como Carlos Guillermo Aragón, Ever Navarro y cientos de candidatos para las próximas elecciones hayan acudido al llamado de su líder con un guiño desde ultramar; ese es el resultado de los liderazgos edificados sobre grandes propósitos y grandes ideas, contrario a aquellos sustentados frágilmente por el interés de ocasión del dinero y la dádiva.

El doctor García y su hijo Pierre García, quien se proyecta como una promesa de la política tolimense, luego de un estudio cuidadoso de las hojas de vida de los candidatos, de la legitimidad de sus propósitos y propuestas de gobierno, de su verticalidad ante cualquier forma de ilegalidad y de su solvencia ética y moral, han decidido sus apoyos a la Alcaldía de Ibagué y a la Gobernación del Tolima.

En Ibagué están apoyando a Ricardo Ferro, un hombre honesto, preparado y con ganas de acertar, que tiene lo que necesita la ciudad para saldar una deuda de décadas de atraso.

Para la Gobernación están con el doctor Luis Carlos Delgado Peñón, por su amplia y limpia trayectoria profesional en el servicio público y quien ha desarrollado una campaña que se parece a él; con altura, sin comprar conciencias y llena de propuestas de alto contenido social.

Bienvenido, Doctor García, los tolimenses sabremos reconocer su liderazgo, y apoyando a sus candidatos le haremos un homenaje el 30 de octubre a su sacrificada labor por nuestro Departamento.

Credito
FRANCISCO JOSÉ MEJÍA

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