Engaño en La Habana

Leon Tolstoy en su libro “guerra y paz” relata cómo algunos sectores de clase alta rusa seguían admirando a Napoleón aún después de que esta había invadido su territorio.

Nos cuenta Tolstoy que incluso después de que el emperador corso hubiera incendiado y cometido toda clase de crímenes atroces contra la ciudad de Smolensko, en algunos salones de clase alta de San Petesburgo se continuaba hablando en francés, se ponderaba el genio militar de Napoleón, y se reputaban sus felonías como “exageraciones” de algunos rusos desafectos a los franceses y amantes de la guerra. Pero además culpaban al zar Alejandro del  avance de Napoleón por no haber hecho lo suficiente para obtener una paz negociada.

Algo similar nos está pasando en Colombia donde ahora, por cuenta de los acuerdos sobre el campo en Cuba, nos quieren presentar a las Farc como los adalides del desarrollo del campo, quienes surgieron por la pobreza rural y tras una lucha de décadas logran que un gobierno finalmente comparta sus justas causas.  

Pero ahí se esconden dos grandes errores: el primero es que las Farc no fueron el producto de una movilización campesina espontanea, las Farc surgieron como parte de una estrategia geopolítica del partido comunista internacional en el marco de la guerra fría.  

De igual manera, y por la misma época, aparecieron todas la guerrillas que en latinoamérica existieron. El segundo gran error es pensar que las Farc están interesadas en el progreso del campo, cuando el éxito de su proyecto se basa precisamente en lo contrario, su atraso. Lo que se conoce del acuerdo son generalidades que todo gobierno está en la obligación de incluir en un plan de desarrollo rural.  

Por ejemplo, se habla mucho de apoyo al campesino para sus proyectos productivos, que era la médula de la política de agro ingreso seguro, se habla también de distribución de tierras obtenidas ilegalmente (eso sí, sin que ellos reconozcan su condición de despojadores) que era lo que ya estaba previsto en la ley de extinción de dominio, y también se habla de salud, educación, vías etc.

Que ironía estar pactando estos temas con quienes han propendido por un campo aislado y atrasado para servir a sus propósitos criminales. Han sido ellos quienes han volado puestos de salud y escuelas, han sido ellos quienes han secuestrado contratistas que se han atrevido a mejorar la infraestructura vial de la ruralidad, han sido ellos quienes han mutilado a miles de nuestros campesinos cuando una mina les ha estallado en sus parcelas, y han sido ellos los que han desarraigado a cientos de miles por sus prácticas terroristas como el reclutamiento de menores, para no hablar de lo que ha significado su presencia en términos de desestímulo de la inversión y el emprendimiento por parte de empresarios del campo de todos los tamaños.

Me parece muy grave que en el futuro los jefes de las Farc se arroguen políticamente cualquier inversión que haga el estado en el campo. Las Farc  seguirán siendo una organización narco-politica-militar, como narcos han sido muy exitosos, como organización militar han sido exitosos excepto en tiempos de seguridad democrática, pero como políticos han sido un gran fracaso.

El gran pecado de este gobierno es que por cuenta de los acuerdos de La Habana les está otorgando a las Farc la posibilidad de éxito en el campo político, sin que renuncien a su condición de narcos y armados, y con la plena certeza de que así lo hicieran, nunca renunciaran a su condición de comunistas, lo que significa que cualquier poder político que adquieran lo utilizarán para derrumbar nuestra democracia. Lo que hay en ese documento no es ninguna concesión a las Farc, porque ellos realmente no quieren eso, la verdadera concesión que les está dando el gobierno es el estatus y el prestigio político.

Esa minoría indulgente con el criminal que invadía a Rusia no prevaleció. La ciudad de Moscú ardió en llamas y fue abandonada. El pueblo Ruso resistió valientemente y junto con el ejército y la severidad del clima desalojó al invasor. Tampoco acá se impondrá esa minoría que quiere cogobernar con el terrorismo, el pueblo es superior a ellos y acompañara a la coalición del centro democrático para conjurar la amenaza a nuestra democracia.                         

Credito
FRANCISCO JOSÉ MEJÍA

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