¡A la calle!!

Francisco José Mejía

Decía el gran tribuno español Antonio Maura que “la ausencia de los buenos deja paso franco a esos que entran a la política a saco y deben ser echados del templo”. A saco entró Juan Manuel santos con su corte de congresistas corruptos a las arcas de la nación, pero también a saco entró en la institucionalidad colombiana para desvalijarla. Nada lo detiene en su carrera desenfrenada contra la institucionalidad; empezó ganando la primera elección disfrazado de uribista, luego engañó con la ilusión de la paz ayudado de recursos estatales, y cuando finalmente su acuerdo de paz quedó al desnudo y fue derrotado en las elecciones del plebiscito, perdió cualquier rescoldo de pudor democrático y desconoció el resultado.

Mientras tanto, con su horda de parlamentarios aprobó la reforma tributaria que estrangula al empresariado impidiendo la formación de riqueza y empleo y asfixió a los más pobres subiéndoles el IVA. Y Ahora, a marchas forzadas, los ladrones del capitolio le introducen su acuerdo con Timochenko en la constitución nacional vía el “fast track” avalado por la corte constitucional.

¿Si los tres poderes públicos se corrompieron y se han coludido en este caso para demoler la institucionalidad, entonces qué queda? Queda la fuente misma del poder público que es la voluntad popular, esta vez manifestada en la calle, en protesta, en resistencia civil.

Este primero de Abril saldremos a marchar a las 9 a.m. desde el parque Galarza en Ibagué. Lo haremos para advertir que no aceptaremos la destrucción de nuestras instituciones y la ruina moral y material a que eso conduce a Colombia. Esta marcha no es para apoyar un partido o un candidato, es para no dejarle paso franco a Santos y a sus congresistas, es para enviarle un mensaje a aquellos que profanan el templo de la democracia de que Colombia tiene la suficiente reserva moral para evitar nuestro país quede sujeto a un acuerdo ilegitimo entre santos y Farc mientras los políticos siguen robando. Venezuela marcho cuando ya todo estaba consumado y Cuba no marcha porque el régimen logró quebrantar la voluntad popular con el miedo. En cambio, nosotros estamos a tiempo

Un país donde el crimen está siendo coronado campeón no se puede quedar en su casa pasivo. Una sociedad debe protestar cuando los corruptos exhiben sus riquezas mal habidas sin ningún pudor, una nación debe marchar cuando la justicia pierde su majestad y la convierte en venganza criminal como es el caso de la JEP, un país no puede observar impávido cómo se destruye su competitividad que es un bien público, un estado no se puede quedar quieto cuando la democracia y la libertad están en peligro.

Por eso hay que salir este sábado a marchar, una gran marcha sería el antídoto contra la demolición institucional, una marcha lánguida sería el cortejo fúnebre de nuestra democracia. No se quede en su casa, cúmplale al futuro suyo y al de sus hijos. No le deje el paso franco a esa gavilla que armo Santos con Timochenko y los políticos de la Unidad nacional.

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