Las visiones de la historia y la política colombiana parecerían oscilar entre el pesimismo apocalíptico y lo que yo llamaría el optimismo constitucional.
Al momento de escribir esta columna, el Gobierno no había logrado desactivar el paro convocado para el 19 de agosto. De realizarse, este será uno de los paros más grandes e impactantes de la historia del país, y complicará muy gravemente la situación política del presidente Santos, justo cuando empieza la temporada preelectoral.
Quienes en política se enamoran de una idea, de un modelo, de un programa o de una propuesta, suelen actuar como si el objeto de su amor tuviera validez y aplicabilidad universal y atemporal. Es por tanto muy divertido constar cómo, con apenas el paso de unos años, aquellos consensos de sabios en los que antes se proponía con entusiasmo una idea, viran luego hacia la promoción de su contraria.
Esta columna no trata de la decisión tomada por los votantes en Piedras (Tolima), quienes hace una semana, en una consulta popular, rechazaron la actividad de la gran minería en su municipio.
Por respeto al lector empiezo por declarar algo: la persona a quien se refiere esta columna ha sido amigo mío desde hace años. Con independencia de esto, su caso me ha llamado poderosamente la atención, y me ha producido esta reflexión: ¿cuán importante es la edad a la hora de elegir magistrados de las altas cortes?
Hay un aspecto poco analizado en la reciente explosión de paros, protestas, bloqueos y manifestaciones que sacuden a nuestro país. Es un fenómeno que devela el fracaso, total, rotundo y absoluto de una de las estrategias centrales de Juan Manuel Santos.
“Untarse de pueblo” reclamó el vicepresidente Angelino Garzón a Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, con respecto a las protestas en el Catatumbo, que se extienden por un período ya casi histórico para tal tipo de acto, y han servido para demostrar la absoluta incapacidad de la administración Santos en materia de diálogo social. ¿Qué significa “untarse de pueblo”?
¿Qué puede hacer que tres o cuatro seres humanos conciban un esquema para engañar a personas comunes e inocentes, hacerles que suban a un taxi con la mayor confianza, y una vez dentro de éste agredirles con fuerza para quitarles sus pertenencias, y si no acceden asesinarlas a cuchillo de la manera más bestial posible?