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Este es el tiempo primario para adecuar mejor el sistema de salud público y privado para enfrentar una emergencia de proporciones mayores.
Uno de los puntos claves en este proceso es contar con un laboratorio de diagnóstico para Covid-19 en el Tolima, que seguiré solicitando ante el Instituto Nacional de Salud, quien en últimas, es el organismo encargado de autorizar la inclusión del Departamento en este proceso. Las pruebas de detección no solo permiten identificar a las personas infectadas y evitar que infecten a otras, también aportan información de la intensidad, evolución y tasa de letalidad del virus.
En este escenario, no solo es importante la voluntad de la Universidad del Tolima y el presupuesto asignado por la Gobernación, sino que resulta fundamental que el Ministerio de Salud y el INS vean positivamente esta propuesta que permitirá mejorar los tiempos de diagnóstico que actualmente tardan cuatro días, pues los test epidemiológicos deben ser enviados a Bogotá. En la detección temprana del virus y la atención oportuna de los pacientes está la posibilidad de no repetir lo que sucede en Italia, España y Francia.
Como es evidente que la respuesta del país es limitada en términos de salud para atender una pandemia hay que apoyarnos en la solidaridad para contar con un complejo aislado en términos de bioseguridad para atender estos casos, pues los pacientes con el Covid-19 no podrán estar al lado de quienes están en las actuales Unidades de Cuidados Intensivos, por lo que se requiere de UCI’s exclusivas para estos casos y personal calificado.
Dar celeridad a los laboratorios, como lo exigió la Procuraduría, evita retrasos en los análisis y fortalece las regiones. De hecho, el informe del organismo de control causa preocupación, pues en los entes territoriales se presentan embalajes inadecuados, mala conservación de las muestras y el transporte de sustancias infecciosas no es seguro.
También en lo que deben ponerse de acuerdo de manera inmediata el Ministerio de Salud, las gobernaciones y las alcaldías, es en los equipos especializados que se deben importar a la luz del decreto 410, que estableció las 18 subpartidas que tienen cero arancel y que corresponden a medicamentos, insumos, aparatos, dispositivos y equipos.
Ya tenemos la experiencia de los países europeos que ante la rápida propagación del virus no cuentan hoy con camas suficientes para atender estos casos. El panorama en este sentido no es alentador, pues en Colombia se estima que hay un poco más de 5.300 mil camas tipo UCI, que generalmente están con altos niveles de demanda, por lo que la adquisición de estos equipos resulta prioritaria y en lo que no se debería perder más tiempo.
Por el momento, la Supersalud y el Ministerio de Salud planean la adición de 440 camas tipo UCI, teniendo como prioridad a Bogotá, Medellín y Cali, donde más casos existen, en este sentido la autoridad nacional tendrá en cuenta al hospital Federico Lleras Acosta. También estarían pendientes más de 1.300 camas para pacientes en estado crítico o camillas especializadas para todo el territorio.
Son momentos muy difíciles para todos nosotros, pero sí cumplimos con la cuarentena a cabalidad y todas las disposiciones establecidas por el Gobierno nacional, es muy probable que unidos y con la determinación que nos caracteriza a los colombianos y tolimenses le quebremos la curva de expansión al Covid-19. Esta misión aún es posible.
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