Setp: un proyecto de unidad regional

Miguel Ángel Barreto

En medio del escenario adverso que vive todo el país y la región por la emergencia sanitaria y económica a causa de la pandemia por coronavirus, la capital tolimense tiene una enorme posibilidad de avanzar y comenzar a materializar el Sistema Estratégico de Transporte (Setp).
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El desafío es inmenso, pues se está frente al proyecto que modernizará el transporte público y que introducirá un cambio fundamental para el entorno urbanístico de la ciudad, que sin duda, la conducirá a mejorar procesos como la interconexión vial, los tiempos de desplazamiento, generaría empleo y especialmente potenciaría sectores como el comercio y la construcción, además de estimular la inversión privada y los servicios.

Conscientes de lo que significa el Setp para Ibagué los integrantes de la bancada de Congresistas del Tolima estamos comprometidos en seguir avanzando en la gestión de recursos ante el Gobierno nacional, especialmente en el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de  Transporte, el Departamento Nacional de Planeación y Findeter. Este es un trabajo de muchos líderes y de varios años con el cual hemos entendido la importancia de planear de verdad por encima de los partidos.

Con el aval fiscal y la introducción del mismo en el Consejo Superior de Política Fiscal, Confis, se aseguraron los recursos a partir de 2024. No obstante, la propuesta que hemos hecho ante el Gobierno nacional es buscar una fuente de financiamiento alterna que preste los recursos de forma anticipada a partir del próximo año para comenzar su ejecución como un proyecto estratégico dentro de la pospandemia.

Entre las fórmulas planteadas está gestionar los 300 mil millones con la banca multilateral para asegurar los primeros desembolsos y en la que la cancelación de las obligaciones estarían garantizadas con vigencias futuras por parte de la Nación a partir de 2024. En el actual contexto tanto el Banco Mundial como el Banco Interamericano de Desarrollo cuentan con líneas especiales para obras de este tipo con bajas tasas de compensación.

Otra opción partiría de disponer y/o comprometer títulos de tesorería de la Nación para apalancar esta y otras iniciativas de infraestructura en el país. Las alternativas siguen abiertas y está firme la voluntad del Gobierno nacional para lograr avances en la financiación de los 430 mil millones de pesos que cuesta el sistema a valores actuales.

Sin duda, habrá que actualizar el Plan Maestro de Movilidad para definir las rutas estructurales que tendría como ejes las avenidas Ambalá, Quinta, Ferrocarril-Mirolindo y que logren conectar eficientemente y en el menor tiempo posible el centro con sectores como Picaleña, Salado y los barrios del Sur de nuestra capital.

En este orden de ideas es imperativo avanzar en la compra de predios sobre los trazados estipulados, en la ubicación de las estaciones (7), los paraderos (268), los 22 kilómetros de carriles preferenciales, pero especialmente en la evaluación de las vías para detectar posibles fallas en alcantarillado y pavimentación.

De una ordenada y milimétrica planeación dependerá evitar sobrecostos y obtener más eficiencia en el diseño, planeación e intervención a la hora de realizar las obras, que se estima ocuparían a más de mil personas en fase de construcción y otras mil en operación.

 El beneficio directo recae sobre 225 mil pasajeros diarios y es importante que los transportadores integren la flota local y se avance en el sistema de cobro con tarjetas y en el Fondo de Estabilización para dar claridad sobre la administración y distribución de los recursos recaudados.

El Setp requiere de una fortalecida unidad regional sobre la que debe girar la clase política, los gremios, empresarios, transportadores y ciudadanos para cumplir este anhelado sueño de todos los ibaguereños.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO

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