Con la camiseta puesta por el empleo en el Tolima

Miguel Ángel Barreto

Con el propósito de combatir el desempleo y avanzar en la reactivación económica esta semana presenté en el Congreso la ley para convertir a Ibagué en Distrito Agroindustrial, Agropecuario y de Emprendimiento Juvenil.
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Esta iniciativa va articulada con proyectos como la Zona Económica Social Especial para el Tolima (Zese), con el Sistema Estratégico de Transporte (Setp) y con la protección arancelaria y defensa del sector textil-confecciones.

Igualmente, es coherente con el proyecto que pone techo al Predial, la Ley de Turismo y los programas de reactivación del tejido empresarial como el Paef y de corte social a través de Ingreso Solidario, impulsados y respaldados desde el partido Conservador.

De esta manera avanzamos como región en hechos concretos para superar la desocupación, especialmente en los jóvenes, y damos pasos seguros para crecer en competitividad y productividad.

Nuestra visión apunta a que Ibagué se constituya en un polo de desarrollo turístico, agropecuario y juvenil en el país mediante una nueva dinámica de la economía local en la que las inversiones públicas y privadas atraigan nuevas empresas y fortalezcan las ya constituidas en la región.

La ciudad debe proyectarse como garante de oportunidades, negocios y vida. El objetivo es impulsar un desarrollo armónico que ataque la pobreza, la desigualdad y la inseguridad.

¿Qué es un distrito especial?

La Ley 1617 de 2013 reconoce a los Distritos Especiales (D.E.) como entidades territoriales.

La diferencia es que cuenta con esquemas de administración y financiación local, nacional o externa, que permiten una mayor eficiencia en el cumplimiento de metas, programas y proyectos específicos. Un municipio se puede dividir en distritos.

Dada las potencialidades de Ibagué en temas universitarios, culturales, musicales, históricos, agroindustriales, agrarios, pecuarios, turísticos, deportivos y recreacionales, y dada su ubicación estratégica, un D.E. otorgará el marco legal para estimular y especializarse en estas áreas.

El respaldo e impulso a estos proyectos de inversión quedarán consignados en un documento Conpes seis meses después de su aprobación.

Esto es que se adquiere autonomía, se avanza en la descentralización y se asegura la eficiencia en procesos presupuestales.

Para dar este paso se cuenta con insumos tan valiosos como la Visión 2025 con sus “18 ideas-fuerza” y que definió como prioritarios para la región la agroindustria de alto valor agregado; la industria cultural y turística; la logística; y la educación, la ciencia y la tecnología, factores estos últimos que actúan en forma transversal.

La premura del proyecto se sustenta en el efecto negativo que deja la pandemia, la desaceleración en el ritmo del crecimiento económico, el frágil tejido empresarial y el bajo aporte de Ibagué al PIB nacional (0,88%).

No obstante, la ubicación estratégica, la conectividad vial y logística convierten la ciudad en un alto objetivo de valor para las actividades descritas en el proyecto y la configuran como un importante eslabón en la cadena de comercialización de productos y mercancías que tienen en su gran mayoría, el tránsito obligado por la capital tolimense.

Además, el Distrito Especial permitiría avanzar en: potencializar las ventajas competitivas y comparativas con las que cuenta el territorio, incentivar la inversión extranjera directa, promocionar el consumo local, fortalecer los encadenamientos productivos y generar una cultura de emprendimiento.

Pongámonos todos la camiseta por el empleo y la reactivación de la economía de Ibagué, la región y el país.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO CASTILLO

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