Enroscados

Asumiendo el riesgo de que este espacio pueda llegar a ser confundido con una parte de la sección deportiva del periódico, hay que volver a hablar de fútbol.

Pero qué se hace, si es el deporte de las multitudes, el que emociona, en especial cuando juega el Deportes Tolima o, mejor dicho, el Tolima Fútbol Club S.A., según "democráticamente" dispuso su "dueño" que se llame de ahora en adelante el equipo.

Dicen fuentes de mucha credibilidad, que el día que se conoció la lista de candidatos a dirigir la Selección Colombia de mayores, el primero en expresar sus reparos, sobre todo contra uno de los incluidos, fue Uribe. ¿Qué pasó? ¿Hasta en eso se va a inmiscuir? En principio podría decirse: ¿y por qué no? Si Santos que es tan prudente lo hizo, ¿por qué no puede hacerlo él que es todo lo contrario y además, como está desempleado, sólo "brega a defenderse"?

Pero más tarde se aclaró lo sucedido: resulta que el paranoico exmandatario vio las fotos de los postulados sin tener la precaución de averiguar nombres, y tan pronto notó que entre ellos había un canoso, montó en cólera, su yegua preferida, y puso a twittear su pajarito para decir que ese bandido lo único que ha pretendido es enlodar el nombre de sus retoños, y por ningún motivo aceptará que dirija el equipo de su Patria (al terminar de escribir esta última palabra, puso la manita derecha sobre su corazón grande). Semejante disgusto lo habría evitado, con sólo cerciorarse de que el canoso de la foto no era quien él creía, sino el director técnico colombo-uruguayo Julio Comesaña.

Por su parte, los delfines "Tom y Jerry", al fin hijos del papá, antes de aclararse el malentendido, también se habían embejucado y declararon que no querían saber nada de canosos, y mucho menos de "canazos", porque ellos siempre habían recibido buen ejemplo de su padre, quien les inculcó que mientras no hicieran negocios que tuvieran que ver con el Estado, sus vidas irían a transitar por un sendero, tan luminoso, que podría compararse con la Ruta del Sol.

Para concluir con este tema de la redonda, la pecosa, la número 5 o cualquiera de las denominaciones con que a través del tiempo se ha conocido a la pelota de fútbol, hay que decir que es lamentable la desobediencia civil de la Fedefútbol, al no hacerle caso al primer Mandatario en aquello de contratar técnico extranjero para la Selección. Otra vez por tacañería (ya había pasado con Bielsa), dejan ir a un entrenador de categoría como "Tata" Martino. ¿Habrán sentido temor de que el argentino, haciendo honor a su apodo que recuerda aquella cuña publicitaria: "Tata, la escoba que no se desbarata", viniera a barrer la rosca antioqueña enquistada en el equipo desde hace tantos años? El diccionario define el vocablo rosca como: "Máquina que se compone de tornillo y tuerca". Ojalá llegue un técnico que haga funcionar una nueva rosca, porque a la paisa, que se empeñan en mantener Bedoya y sus secuaces, hace rato se le aflojó el tornillo y se le perdió la tuerca.

Credito
EDGAR ANÍBAL MOLANO LOZANO

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