Desayuno: ¿Todos ponen?

Cuentan algunos musicólogos que la archi famosa bagatela para piano sólo, atribuida a Beethoven, y que durante mucho tiempo se ha conocido como 'Para Elisa', no era para ella. Cabe anotar que la obra se volvió tan popular, que hasta los vendedores ambulantes de helados la han utilizado para anunciar sus productos.

La confusión, en cuanto al título se refiere, se originó en la poca legibilidad de la dedicatoria, pues donde parecía decir 'Elise', en realidad estaba escrito 'Therese'.

Como quien dice, la cosa no era con Elisa, conocida soprano alemana de la época, sino con Teresa, alumna de Beethoven de la que este se enamoró, pero ella no le paró bolas y se casó con otro.

Esas confusiones suelen ocurrir, unas veces sin querer y otras queriendo. Por ejemplo, el Ministro de Hacienda, tan creativo y amigo de la didáctica en sus explicaciones (como aquella de la mermelada en toda la tostada), se inventó el nombre de 'Elissa' para la, tan mentada, nueva reforma tributaria.

Según él, ese nombre corresponde a "los principios de Equidad, Limpieza, Sencillez, Seducción y Adaptación internacional, que el gobierno busca con esta reforma".

Lo difícil es creerle al gobierno. Porque si a estas alturas del partido no ha cumplido compromisos adquiridos hace tiempo, como solucionar los problemas de los damnificados de la primera ola invernal, o de los desplazados de Gramalote, ¿quién puede creerle?

Pero hay algo peor porque, aunque ahora reculó y se declaró "satisfecho" con la conciliación de la reforma a las regalías, el buen Simoncito, director del Partido Liberal y presidente de la Cámara de Representantes, en días pasados hizo graves denuncias que, a pesar de la conciliación, siguen vigentes:

"El gobierno engañó al país con la reforma a las regalías". "Nos dijeron que iba a frotarse la mermelada en todo el país y hoy el 15 por ciento de los municipios no recibe regalías". "Han centralizado los recursos en el triángulo del poder".

¿Cómo la vio doctor Echeverry? ¿Se confundió en lo de las regalías, y ahora se volverá a confundir con Elissa? Recuerde, a propósito de la didáctica, aquel conocido cuento, que seguramente leyó de niño en su natal Villahermosa, sobre ese personaje al que le crecía la nariz cuando decía mentiritas.

Porque una reforma que propone bajar la tarifa del impuesto de renta, que pagan los que más tienen, y gravar con IVA, que pagan hasta los más pobres, los productos de la canasta familiar, no es propiamente para hacer "chillar" a los ricos, como asegura su jefe, el Presidente.

Además, no olvide que cuando la reforma de 2002 pretendió gravar con un IVA del 2 por ciento gran parte de los elementos de la canasta familiar, la Corte Constitucional declaró inexequible el artículo correspondiente.

En consecuencia la pregunta que surge es: ¿Para qué será Elissa? ¿Para poner a todos a pagar impuestos de manera justa, como sostiene el gobierno? ¿O para aumentar aún más la profunda inequidad de la sociedad colombiana?

Es que con semejantes antecedentes, a uno le queda la impresión de que el señor Ministro y su jefe son como esas personas que, cuando juegan a la perinola, nunca pierden, porque utilizan una que tiene por los seis lados la misma opción: Toma todo.

Credito
ÉDGAR ANÍBAL MOLANO LOZANO

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