Ibagué en la Nueva Agenda Urbana

Ismael Molina

Economista

Entre el 17 y el 20 de octubre del año anterior, en la ciudad de Quito, se realizó la III Cumbre Mundial de Hábitat, que se reúne cada 20 años, donde salió la Nueva Agenda Urbana – NAU -, que es el compromiso de los países que hacen parte de la Conferencia de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos – Cnuha - Hábitat – y que se expide como parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable, aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015, para llevar a cabo una gestión urbana fundada en tres principios: la inclusión social y ambiental, el derecho a la ciudad y la competitividad basada en la innovación, la ciencia y la tecnología.

Por primera vez nuestra ciudad se hizo presente en tal evento, con base en el compromiso mostrado por la Administración municipal en la defensa del medio ambiente y, en especial, el agua. Su presencia en el evento de Quito, le ha permitido asumir un liderazgo sobre los asuntos ambientales urbanos en las ciudades intermedias del país y proyectarla en otros ámbitos de sostenibilidad y competitividad, como es el hecho de haber sido escogida para la realización del encuentro internacional de avistamiento de aves y mariposas, a realizarse en 2017. Es decir, su presentación y presencia en Hábitat III, es un indiscutible acierto que todos debemos reconocer como un activo para la ciudad.

Pero tal acción impone la responsabilidad de llevar acabo lo definido en ésta cumbre que representa todo un programa de buen gobierno para la ciudad. Esta tercera conferencia, después de Vancouver en 1976 y Estambul en 1996, parte de reconocer que el principal desafío del mundo actual es que la vida se desarrollará de ahora en adelante en la ciudad, pues las ciudades, los asentamientos humanos y los ciudadanos son fuentes de enriquecimiento para la humanidad y realizan un aporte importante al desarrollo de la cultura y la diversidad cultural y es necesario aprovechar las oportunidades que presenta la urbanización como motor del crecimiento económico, social y cultural sostenido e inclusivo.

Se reconoce que se comparte el ideal de una ciudad para todos, en cuanto a la igualdad en el uso y el disfrute de las ciudades y los asentamientos humanos, buscando promover este ideal, conocido como “el derecho a la ciudad”. El objetivo es lograr ciudades y asentamientos humanos donde todas las personas puedan gozar de igualdad de derechos y oportunidades, con respeto por sus libertades fundamentales. La NAU propone ciudades y asentamientos humanos que:

a) Cumplen su función social, entre ellas la función social y ecológica de la tierra, con miras a lograr la plena realización del derecho a una vivienda adecuada.

b) Otorgan prioridad a la creación de espacios públicos seguros, inclusivos, accesibles, verdes y de calidad y fomentan la cohesión social, la inclusión y la seguridad en sociedades pacíficas y pluralistas; ciudades donde se satisfacen las necesidades de todos los habitantes, reconociendo las necesidades específicas de aquellos en situaciones de vulnerabilidad.

c) Logran la igualdad de género y empoderan a todas las mujeres y las niñas y previniendo y eliminando todas las formas de discriminación, violencia y acoso contra las mujeres y las niñas en espacios públicos y privados.

d) Aprovechan las oportunidades de un crecimiento económico inclusivo y sostenible, la alta productividad, las actividades con valor agregado y la eficiencia en el uso de los recursos, aprovechando las economías locales.

e) Actúan como centros e impulsores del desarrollo urbano y territorial equilibrado, sostenible e integrado;

f) Promueven sistemas de transporte de pasajeros y de carga que hagan un uso eficiente de los recursos;

g) Ponen en práctica políticas de reducción y gestión de los riesgos de desastres y fomenten la mitigación y la adaptación al cambio climático;

h) Protegen, conservan, restablecen y promueven sus ecosistemas.Para lograr ese ideal, la Nueva Agenda Urbana se guía por los siguientes principios:

a) No dejar a nadie atrás, lo que supone poner fin a la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la erradicación de la extrema pobreza;

b) Asegurar el desarrollo de economías urbanas sostenibles e inclusivas, aprovechando los beneficios que se derivan de la aglomeración resultante de una urbanización planificada, incluida la alta productividad, la competitividad y la innovación.

c)  Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, promoviendo el uso de la energía no contaminante y el uso sostenible de la tierra y los recursos en el desarrollo urbano.Esto implica trabajar en pro de un cambio de paradigma urbano que:

a) Reorientará la manera de planificar, financiar, desarrollar, dirigir y gestionar la ciudad.

b) Promoverá la definición y aplicación de políticas urbanas inclusivas y eficaces y leyes para el desarrollo urbano sostenible.

c) Adoptará enfoques de desarrollo urbano y territorial sostenibles e integrados, centrados en las personas.Si la administración de la ciudad está dispuesta a avanzar en la implantación de estos criterios y las acciones que de ellos se derivan, con seguridad todos los ibaguereños ganaremos, pero para ello debemos pasar de la retórica a las gestión eficaz y eficiente. 

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