Contra viento y marea

José Adrián Monroy

Ya se tiene un nuevo acuerdo, anunció el Gobierno fruto de la renegociación que se hizo con la guerrilla de las Farc que incluye 190 aclaraciones y cambios profundos frente al anterior. Todas estas modificaciones se efectuaron basadas en las propuestas presentadas por diversos sectores del No (Centro Democrático, Marta Lucía Ramírez, pastores cristianos y universitarios), que como consecuencia de su triunfo en el plebiscito del 2 de octubre tuvieron que ser tenidas en cuenta para avanzar en el proceso. La no participación del movimiento político de las Farc, la claridad sobre la propiedad privada en la reforma rural y la verdad exhaustiva sobre cultivos ilícitos son algunos de los puntos más relevantes del nuevo acuerdo.

Existe uno que causa mayor interés y controversia, la refrendación. Aplaudo que el Gobierno y las Farc se sostengan firmes en buscar acuerdos de paz, muestra de ello es la renegociación de los acuerdos y la firma de su resultado ayer en el teatro Colon, de Bogotá, pero se equivoca el Fobierno al querer acudir al Congreso como principal camino de refrendación e implementación del pacto, aún más, cuando en el Congreso está en trámite la reforma tributaria presentada por el mismo y que, según los expertos en el tema, desacelera casi a cero la economía y que desde ya produce rechazo en todos los niveles de la sociedad en el país. Si bien es cierto en el nuevo acuerdo se habla de varias opciones de refrendación: el plebiscito, el Congreso, cabildos abiertos, etc., el legislativo es la forma más rápida para implementarlos, no la más apropiada.

Señor Presidente, no cometa los mismos errores que condujeron a la desinformación y la demagogia del pacto anterior, busque el consenso de todos los ciudadanos, que conozcan el nuevo acuerdo con sus cambios y modificaciones; dar trámite al acuerdo por el Congreso sería ligar la paz con la reforma tributaria que nadie quiere y así, llenar de argumentos a quienes con fines politiqueros no les conviene que se haga La Paz con las Farc.

Nota: Señor alcalde, la principal actividad económica de nuestra ciudad es el comercio, buscar el incremento del 10 al 16% en el impuesto predial de usuarios industriales, comerciales y de servicios generará una cadena de consecuencias que se verá reflejada en la economía de los ciudadanos de base. Tiendas de barrio, salones de belleza, industrias familiares y Pymes serían los más afectados. Por favor, reconsidere esta medida, ya que iría en contra de la atracción de inversión que necesita la ciudad.

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