El Alcalde en el peor de los escenarios

José Adrián Monroy

Cuando se pensaba que la novela del “Predialazo” había terminado con “un final feliz”, hoy se nos presenta un nuevo capítulo de este drama que involucra a todos los ibaguereños y a la Administración municipal y, que al parecer, resultará en un continuará...

Cuando el Concejo municipal aprobó la semana anterior el acuerdo por medio del cual se permitiría un incremento para este año que no fuese superior al 3% del impuesto predial, pensamos que la lucha de miles de ibaguereños liderada por el comité ciudadano por el “No al predialazo” había sido exitosa y que esta medida aliviaría el pago del impuesto que, para algunos casos, incrementó su valor hasta en un 400%.

Pero parece que el Alcalde no va a sancionar el acuerdo que nos salvaba de los excesos en la liquidación del impuesto predial y por ende, no tendría validez lo que fue aprobado por los concejales; lo anterior, por la sugerencia que desde el Ministerio de Hacienda le hicieron al burgomaestre en donde le explicaban que el impuesto predial es un tributo que se causa año a año, y que el proyecto que aprobó el Concejo de Ibagué la semana pasada sería extemporáneo, puesto que su tramite se debió realizar antes del 31 diciembre de 2017 para que pudiese tener aplicación en el año 2018. Como se trata de un impuesto anual, no se le pueden cambiar las reglas de juego a los contribuyentes durante una misma vigencia.

Pero eso no lo es todo, si el Alcalde sanciona el acuerdo, significaría que no se tendrían en cuenta los avalúos realizados por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi – Igac – como obligación dentro del millonario convenio que se suscribió con la alcaldía. Esto, implicaría un grave detrimento patrimonial para la Administración municipal porque el presupuesto que se destinó para la realización de la actualización catastral sería en vano, entonces, se perdería esa platica.

Así las cosas, el Dr. Jaramillo está en el peor de los escenarios. Por un lado, tiene la presión de toda la ciudad que se ha manifestado por todos los medios, que realizó una marcha (cacerolazo) jamás vista, amparada en una causa legítima por el excesivo cobro que afecta directamente el bolsillo de las familias ibaguereñas, y por el otro, están los enormes líos jurídicos en los que puede meterse por tratar de enmendar el error que cometió.

Espero, que esta situación se resuelva para el bien de la ciudad y que la improvisación abandone las decisiones que se toman desde el Palacio Municipal.

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