Al fin tendremos presidente

José Adrián Monroy

La elección de la primera vuelta demostró, entre otras cosas, que existe una esperanza en cuanto a la forma como se elige en nuestro país; lo que antes parecía utópico ahora es una realidad, puesto que de manera histórica alrededor de 20 millones de colombianos salieron a votar con el firme propósito de decidir sobre su futuro.

Si es posible que la gente encuentre un motivo ideológico, de argumentos, identidad y de propuestas para ejercer su derecho a elegir, no siendo necesario que los candidatos tengan que recurrir a dar comida, camisetas, transporte y demás prebendas propias del clásico ejercicio “político”, para sacar de las casas a las urnas a sus electores. Ojalá, esta sana práctica se vuelva costumbre y se extienda a las elecciones regionales.

Además, fue la elección en donde se reivindicaron las firmas encuestadoras que en el pasado no habían tenido éxito en sus pronósticos, pero que en esta oportunidad acertaron en los resultados de sus mediciones. Así que, si el comportamiento continúa igual, ya el panorama está más o menos claro.

En cuanto a lo que ha sucedido después del 27 de mayo, los candidatos que pasaron a segunda vuelta y que medirán sus fuerzas el próximo domingo han intentado persuadir a la enorme franja (más de cuatro millones de personas) que se no se identificó con los extremos y que prefirió una opción de centro al votar por el candidato Fajardo. Los acuerdos, alianzas y apoyos que debían concretarse tanto para Gustavo Petro como para Iván Duque ya se hicieron, por lo que a escasos dos días de la elección, la suerte está echada.

Sin embargo, toda esta campaña presidencial nos debe enseñar a que a los colombianos nos debe convocar el país, en donde se busque un equilibrio que erradique los odios, se respete la diferencia y se valoren las instituciones. A que aprendamos a mirar con objetividad y sin apasionamientos qué es lo que realmente necesitamos avanzar hacia el desarrollo que tanto se anhela trabajando por los jóvenes con educación de calidad y fortaleciendo la práctica del deporte, con cero tolerancia a favor de la corrupción, que se dinamice el turismo, la industria y el comercio como mecanismos para enfrentar y competir con la avasallante globalización, que se preserve el medio ambiente atacando de frente la minería ilegal, en donde se fortalezca la seguridad ciudadana en una incesante lucha contra la impunidad, que se le apueste a la infraestructura, que se eliminen los intermediarios en salud que tanto han afectado el sistema y que ha cobrado la vida de miles de compatriotas.

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