Carta abierta al Niño Dios - Parte III

José Adrián Monroy

El año pasado, en mi habitual columna de los viernes publiqué: “Carta abierta al Niño Dios - Parte II”, como continuación de la carta que le hice al Niño Dios en el año 2016, y sí, es al niño Dios, porque aún me resisto a cambiar de tradiciones y costumbres, así que el papá Noel aquí no tiene cabida. Con resignación me doy cuenta que las peticiones que hice no se cumplieron ni en el 2016 ni el año pasado, la razón la debe tener la canción: “Será, que tú hiciste algo malo y el niñito lo supo, por eso no los trajo”.

Entonces, decidí volver a enviarle la carta por tercer año consecutivo con los mismos deseos, ya que están más vigentes que nunca, con la esperanza que en el 2019 sean una realidad:

Querido niño Dios, quiero enviarte esta petición por mi querida Ibagué, la ciudad que tanto necesita de tu intercesión. Te pido por su seguridad, intercede por nosotros ante los malhechores que diariamente atentan contra la tranquilidad y las personas de bien de esta ciudad, para que no sigan robando y asesinando en nuestras calles y de paso, a la Policía, para que logre ser más efectiva y contundente al combatir la delincuencia.

Te pido por nuestra movilidad, los trancones se han convertido en el pan de cada día y ya se necesitan acciones más allá del pico y placa (medida que se quedó corta, es coercitiva e improvisada con la nueva restricción del medio día), como por ejemplo, que se realice alguna de las importantes construcciones que mejorarían ostensiblemente el desesperante tráfico ibaguereño: El repartidor vial de la calle 60 con carrera 5, el de la calle 25 con Guabinal o el de la calle 60 con Ambalá. Ya que la alcaldía no quiso cuando la gobernación quería y estos periodos de gobierno entran a su recta final, ilumina, divino niño, a quienes aspiren a ser los primeros mandatarios de la ciudad, para que dentro de sus propuestas estos temas sean prioridad.

Por último, te pido por todos los ibaguereños para que se sientan orgullosos de haber nacido aquí y que, al hacerlo, la quieran y actúen con cultura y conciencia ciudadana. Danos un poco de aquello que en exceso les has dado a los paisas, que de eso saben de sobra. Permíteles además, que los empleos que se generen en el sector público del municipio puedan ser ocupados por ibaguereños y no por foráneos, así se mejoraría notablemente la economía de la ciudad. Todo esto, te lo pido Niño Jesús, para que por los méritos infinitos de tu infancia consueles a esta ciudad agobiada y doliente.

Con toda devoción, José Adrián Monroy Tafur.

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