Adiós 2018

José Adrián Monroy

El año 2018 está llegando a su fin y en su agonía se hace necesario hacer el balance de lo bueno y de lo que no lo ha sido tanto; aunque marcado por las negativas controversias políticas y económicas, este año fue significativamente mejor que el año 2017.

De acuerdo con lo señalado por el Banco de la República, el crecimiento económico para este año fue del 2,7% mostrando una mejoría relativa frente al crecimiento presentado en el 2017 que fue del 1.8%; este aumento se le debe en buena parte, a las actividades industriales, del comercio y el transporte que fueron las protagonistas y sacaron la cara por la expansión económica del país, en contraste con la explotación minera y la construcción que se rezagaron para este año. Además, cerramos el año con la aprobación de la ley de financiamiento que será determinante para el desarrollo de la economía del año entrante.

En cuanto a lo político, el 2018 fue un año complejo y trascendental. Por un lado, se eligió al presidente Duque en medio de una amplia polarización ideológica y por el otro, se eligieron los congresistas estrenando la figura del que hubiese ocupado el segundo lugar en las elecciones presidenciales tendría cupo directo al senado de la República, que para el caso fue Gustavo Petro.

Sin lugar a dudas, lo que debe quedar para el olvido son los connotados casos de corrupción que marcaron un lugar negro en la historia del ejercicio público del país, en los que espero logren desenmarañar los “negocios” de los grandes políticos del país y se logren establecer sus responsables.

Así las cosas, 2019 también será año electoral (elecciones Gobernaciones, Alcaldías, Asambleas y concejos) y es indispensable que los ciudadanos voten, hay salir a hacerlo, ejercer el derecho constitucional de votar. Abstenerse implica permitir que otros tomen las decisiones motivados por fines individuales y no colectivos, no puede seguir calando en nuestra sociedad mensajes como: “no vivo de la política, por eso no voto”, porque en nuestras manos está la decisión de elegir a quienes deberán orientar un mejor destino para la ciudad y el departamento; eso nos incumbe a todos.

Por último, aprovecho este espacio para desearle a todo el equipo del periódico el Nuevo Día y a todos sus lectores, que hayan tenido una navidad en paz y armonía con sus familias y que el 2019 esté cargado de alegrías, salud, prosperidad e infinitas bendiciones.

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