El pasado sábado en el municipio del Fresno, al norte del departamento, se llevó a cabo el “Taller Construyamos País”. Diálogos que realiza y lidera el presidente Iván Duque directamente con la comunidad en las regiones, con el propósito de conocer sus necesidades y plantear soluciones junto con todo su equipo de gobierno.
Fue el taller número 19, realizado el día 19 de enero del año 2019; una casualidad de la qué hay que resaltar varias cosas, la primera, fueron los compromisos que asumió el Gobierno nacional con el Tolima: 45 mil millones para recuperar los escenarios deportivos de Ibagué -devolviendo los 25 mil iniciales y aportando 20 mil más-, la entrega de las eternas obras de los túneles de La Línea para el próximo año, la ampliación de recursos para el PAE (Plan de Alimentación Escolar), entre otros. Segundo, la disposición por parte del Gobierno departamental de cofinanciar diferentes iniciativas del Gobierno nacional y la solicitud hecha por el gobernador Barreto de agilizar ante los ministerios de Transporte y Educación la aprobación de proyectos con recursos de regalías por más de 170 mil millones y por último, la unión decidida de la bancada de congresistas tolimenses que se han convertido en una sola voz a la hora de realizar gestiones para el departamento.
Tengo la esperanza que lo anunciado por el presidente Duque no se quede en eso, en anuncios, y que los plazos y condiciones establecidos por él mismo se cumplan. Además, el primer mandatario de los colombianos aprovechó el escenario para condenar el atentado terrorista perpetrado por la guerrilla del Eln e hizo un llamado al gobierno de Cuba para que ordenara la captura inmediata de los negociadores que de esa guerrilla se alojan en la isla sin importar, el protocolo o procedimiento pactado para esa clase de situaciones.
La intención del presidente, popularmente hablando, puede ser positiva porque quizás, sea lo que la gente quiera escuchar, pero desde lo jurídico llama profundamente la atención que el Gobierno nacional asuma una posición que esté por encima del ordenamiento. Un pésimo ejemplo por parte del Estado.
Obviamente, como colombiano me duele el cobarde atentado hecho a la Escuela General Santander que en Bogotá dejó 20 muertos, más el atacante, y 68 heridos. Aborrezco el terrorismo y la voluntad de algunos de someter al país de nuevo al miedo y la zozobra, ¡rechazo vehementemente estos actos!, sin embargo, esa no puede ser la excusa para que se sobrepasen los límites de la normas puesto que estamos en un Estado Social de Derecho, no de hecho; por lo tanto, cualquier acción del Gobierno nacional debe estar enmarcado en el ámbito de las reglas.
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