Estamos en la era de la tecnología. Son muchos los avances que en esta materia se han alcanzado, empezando por un elemento que se convirtió en indispensable para todos: el internet; gracias a esta herramienta, se puede acceder a cualquier tipo de información de manera inmediata, por lo tanto también se hace necesario y cada vez mas, proteger y salvaguardar los datos privados y personales.
En este sentido, en el país existe la ley 1581 de 2012, por medio de la cual se dictaron disposiciones generales para la protección de datos personales. Hago referencia a todo esto porque, la Superintendencia de Industria y Comercio -SIC- este miércoles 3 de julio mediante oficio, advirtió a los partidos políticos y candidatos que durante las campañas políticas que se aproximan deben respetar la regulación sobre recolección, uso y tratamiento de datos personales. Lo anterior quiere decir, que solo podrán contactar y enviarle publicidad política a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos y otros medios a las personas que los hayan autorizado previamente.
Ya se ha vuelto costumbre recibir en los teléfonos celulares, cualquier cantidad de promociones comerciales que obligadamente le hacen a uno preguntarse, ¿de dónde sacan mi numero?; pues es lo que ha querido evitar la Superintendencia al advertirle a los candidatos que dentro de sus planes de marketing electoral, se abstengan de enviar información a personas si no cuentan con su permiso, más aún, si se trata de asuntos políticos que para algunos, resulta ser un tema sensible.
Si los candidatos incumplen el aviso hecho por la “Súper”, también incumplirían la Ley 1581 de 2012 y podrían ser multados hasta los dos mil (2.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes. Esto es, más de $1.600 millones. Así que si usted es candidato, tenga cuidado a la hora de difundir su publicidad y si usted la recibe, sin haber dado su consentimiento, ya sabe a donde quejarse.
Nota. Equivocadamente Santrich se convirtió en un símbolo de los acuerdos de paz. Este personaje, que se volvió en el guerrillero más famoso de las Farc por encima del propio Manuel Marulanda, alias ‘Tirofijo’, resultó, para muchos, ser la prueba del acierto o del fracaso de los acuerdos de paz suscritos con esa guerrilla.
Precisamente en ese documento quedó consignado qué pasaba en casos como el de Santrich, por ende, lo que se tiene que hacer, es emitir su orden de captura, no permitir que siga pasando por encima del estado social de derecho y continuar por el camino de consolidar la paz; seguir trajinando este tema es utilizarlo como pretexto para no avanzar y distraer.
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