Siempre he sido un crítico de la forma en como hemos desaprovechado la gran oportunidad de ser la “Ciudad Musical de Colombia”; de la manera en que pasan sin pena y sin gloria escenarios tan importantes como el Festival Folclórico Colombiano o el Festival de Música Colombiana, cuando deberían ser un referente obligado en el país y fuera de él, por la connotación de que se hacen aquí, en la tierra musical.
La semana anterior, y durante cinco días, Ibagué vivió un encuentro de esos que trascienden, en el que los ritmos tradicionales, urbanos y populares estuvieron reunidos en 13 conciertos en donde volvieron a brillar el teatro Tolima, la Concha Acústica, el parque Murillo Toro, la sala Alberto Castilla del Conservatorio y hasta locaciones inusuales como el parque del barrio Ricaurte al sur de la ciudad.
Los artistas, locales, nacionales e internacionales, muy reconocidos por demás, compartieron escenario y lograron fusionar géneros, como la música clásica y el hip-hop o los géneros populares como la champeta, la salsa y el tropipop junto a las tradicionales melodías que representan las regiones del país.
Y ni hablar del impacto económico que trajo la realización del festival, sectores como el hotelero, el de los restaurantes y bares, incrementaron sus ventas gracias al importante flujo de turistas que visitaron la ciudad.
Entonces, fueron mas de 12 mil personas las que disfrutaron de esta iniciativa impulsada por la Fundación Salvi, que cuyo lema para esta primera edición del Ibagué Festival fue “Las músicas que somos”; pues es precisamente eso lo que aplaudo, que con esta clase de festivales se rescata esa identidad que tenemos pero que estaba perdida, devolviéndole a Ibagué ese apelativo que nos recuerda de donde venimos y cual es el camino que se debe continuar. Nuestra ciudad tiene todo el potencial para ser el epicentro cultural del país, por lo que se debe hacer todo el esfuerzo para que estas actividades no dejen de hacerse. ¡Larga vida al Festival!
Nota 1. Lo mismo vivió el municipio de Honda, al norte del departamento, con una nueva edición del “Magdalena Fest”, evento también musical que exalta el significado del río Magdalena y la historia de este pueblo patrimonial.
Nota 2. Tanto “Ibagué festival”, como el “Magdalena Fest”, fueron apoyados por la Gobernación del Tolima. El primero con una inversión de 400 millones y el segundo con 60 millones.
Nota 3. Son desgarradoras las imágenes de los incendios en la selva amazónica, se siente una gran impotencia no poder contribuir a resolver semejante problema ambiental; así que más allá de quejarnos mediante imágenes en nuestras redes sociales, nos corresponde asumir una actitud de protección y preservación del medio ambiente, ¿como?, podemos empezar por hacer un uso racional del agua, ademas de reciclar.
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